«Las colas del hambre existen, y hay personas que duermen en la plaza Jaime Campmany, Santa Isabel, San Andrés, Barrio del Carmen... y hay personas sensibles a las que les afecta ver eso», admite el director de la Fundación Jesús Abandonado, Daniel López. Desde el mes de septiembre se han reunido con diferentes comunidades de vecinos, con motivo del proyecto de mediación que se puso en marcha. «Hay un contacto diario, de lunes a domingo, a través de mediadores que está dando sus frutos. Es cierto que hay un grupo de tres o cuatro personas problemáticas pero no son usuarios de la Fundación sino del SEMAS; de hecho, hemos pedido orden de alejamiento para uno de ellos porque ha agredido a dos compañeras, es decir, que nosotros también los sufrimos», señala Daniel López.

Una de las cuestiones que se abordarán en la próxima reunión con los vecinos será la posibilidad de sumar a la Policía de Barrio en el equipo de mediación.

Al director le sorprende que mientras se está trabajando para tomar medidas, haya vecinos, «con no sé qué interés», trasladando una información sesgada de la situación. Sobre las críticas de no dejar usar los aseos, López sostiene que todos «podríamos denunciar que no hay ningún aseo publico en la zona». En cualquier caso, lanza un aviso a navegantes: «No nos vamos a trasladar».