La decana del Colegio de Psicólogos de la Región, María José Catalán, propuso ayer en la Asamblea Regional la creación de una escuela para padres divorciados para evitar conflictos entre los progenitores que puedan afectar al desarrollo evolutivo de los hijos en casos de separaciones problemáticas.

Catalán compareció ante la Comisión de Asuntos Generales que trata la Iniciativa Legislativa ante el Congreso de modificación del código civil para el establecimiento de custodia compartida como régimen de guarda y custodia de menores de aplicación preferente.

Señaló que, además del régimen de custodia que se determine, hay dos elementos clave para la buena adaptación de los hijos a la nueva situación. Por un lado, que no exista «conflicto entre ellos, que no se estén continuamente peleando y que a los hijos se les haga partícipes de ese conflicto». Por otro lado, «la posibilidad de que haya cooperación entre los adultos para que haya un buen desarrollo en cuanto al cuidado de los niños, sea cual sea la distribución que se haga de sus cuidados habituales», expresó Catalán.

Para que se den estas circunstancias, consideró, «toda la sociedad debemos implicarnos en que tras la separación de los padres debemos implicarnos en el interés superior de los hijos».

Así, propuso para tal fin la creación de «una escuela de padres para padres divorciados o trabajar con estas familias a nivel psicológico cuando hay un conflicto elevado entre los progenitores que está dañando el desarrollo evolutivo de los hijos».

Puso el foco, además, en que los estudios de custodia compartida existen sesgos como «una autoselección de este tipo de familias donde el nivel económico y cultural es elevado y donde existe una situación previa más positiva hacia un buen funcionamiento de la custodia compartida» por lo que se debe tener en cuenta las familias con una situación socioeconómica más precaria o con más conflicto entre las partes.