La pandemia ha traído consigo numerosos cambios en el día a día de todas las personas. Una de las consecuencias a nivel regional ha sido cancelar, por segundo año consecutivo, la fiesta del Bando de la Huerta. Peñas y artesanos de la confección son dos de los mayores afectados de esta situación.

Fina Muñoz lleva desde 2007 como integrante y profesora de baile de la peña ‘La Morenica’, pero esta no es su primera experiencia como huertana. De hecho, lleva desde los seis años participando en esta fiesta con su familia. Para ella, los trajes tradicionales son algo más que una indumentaria, suponen una tradición familiar que su padre ha ido inculcando a hijos y nietos. «Él diseñaba dibujos exclusivos para cada uno y luego los estampaba en los refajos», cuenta Muñoz mientras lamenta que el último que encargó, el de su hija, no pudo llegar a verlo terminado.

Esta murciana, afincada en Puente Tocinos, explica que en su casa la preparación del Bando es todo un ritual. «Es una locura. Varios días antes empiezo a sacar los trajes y a ordenar cada refajo con su delantal, su pañuelo y su enagua», dice Muñoz que cuenta cómo se han llegado a juntar de ocho a diez personas en su casa para vestirse.

Este año va a ser todo muy diferente: «He pensado que no voy a subir al altillo, donde tengo los trajes, y así no me hago daño». Fina Muñoz admite que en casa no quieren siquiera ver la tele para no sentir nostalgia de este día tan importante para ellos.

Mercedes Herrera: "Hemos vendido un cinco por ciento de la venta habitual"

Mercedes Herrera: "Hemos vendido un cinco por ciento de la venta habitual" Eva Moya

Por otro lado, se encuentra una de las tiendas de confección de trajes huertanos más emblemáticas de Murcia. ‘Beatriz Trajes Regionales’, ubicada en el Barrio del Carmen, cuenta con una trayectoria que empezó hace casi cuarenta años. En este local, cada año cientos de huertanos y huertanas se equipan con chalecos, refajos y demás complementos que lucen por las calles de toda la ciudad.

Este sector ha sido triplemente castigado: pequeño comercio artesano dedicado a la indumentaria folklórica. «Estamos vendiendo un cinco por ciento de lo que vendemos habitualmente», detalla Mercedes Herrera, gerente del negocio. Aun así agradecen a todos los murcianos que se han acercado estos días a comprar allí.

Herrera anima a la gente a que se vista a pesar de las circunstancias, aunque siempre siguiendo las recomendaciones sanitarias. «Lo que nos interesa realmente es que el año que viene tengamos un Bando de verdad», concluye.