No puede aclarar cuánto tiempo se quedará liderando el Grupo Municipal Popular en la capital pero cuando la adaptación a la oposición esté clara, entregará su acta y volverá a su paraíso perdido de la docencia y la investigación. José Ballesta (Murcia, 1958) recibe a La Opinión en el pabellón docente de la Facultad de Medicina de la UMU en El Palmar, donde se encuentra el Área de Excelencia del Campus Mare Nostrum.

¿Hasta cuándo seguirá liderando el Grupo Popular?

No sé cuánto tiempo va a durar este periodo para conformar el Grupo, para asignar espacios, competencias y dedicaciones, pero en cuanto todo eso esté organizado entonces solicitaré mi baja como concejal. Es lo que siempre he dicho desde el principio, no he cambiado de opinión.

¿Tiene ganas de volver al mundo docente e investigador?

Claro, esta es mi profesión, a la que le he dedicado la mayor parte de mi vida; he estado 30 años dedicado en cuerpo y alma y sin reservas a la docencia, la investigación y a la universidad tanto en la Región como en otros centros extranjeros. Por tanto, mi profesión no es la que he venido desempeñando en los últimos años; ese tiempo lo he entendido como un servicio público a mi tierra.

¿Considera cerrada su etapa política o podría volver en algún momento?

No puedo descartar nada, pero no hablaría de ‘etapa política’, sino de un período de servicio público, no sólo en la política sino también en otros ámbitos como el universitario.

¿Qué habría hecho de forma distinta para impedir que se rompiese el Ejecutivo?

Es una reflexión que siempre me he hecho, pero parece evidente que hubiéramos hecho lo que hubiéramos hecho, el resultado habría sido el mismo. Todos sabemos cómo ha ocurrido esto: La ‘Operación Moncloa’, como así la bautizaron los medios y que se articuló en la Secretaría General de Presidencia junto con los dos vicesecretarios de Cs y PSOE durante varios meses. Y finalmente, en una tarde… todos sabemos lo que sucedió... Por tanto, el revisionismo que podamos hacer ahora es un ejercicio estéril.

¿Qué opinión tiene de Mario Gómez?

Digamos que es una persona difícil, una personalidad complicada muchas veces. He encontrado personas a lo largo de mi vida, de diversos ámbitos, de todas las ideologías y de todas las creencias con las que he podido entenderme, pero con él no ha sido posible.

¿Y de José Antonio Serrano?

La verdad es que en su faceta política lo conozco poco.

¿Le llamó la atención que una de sus primeras decisiones fuera ordenar a la Policía que controlara la salida de documentación municipal?

Yo nunca hubiera adoptado esa decisión. Yo que he venido a la política con elegancia, con confianza, sin ningún resentimiento hacia nada y hacia nadie, eso no lo hubiera hecho jamás. Además es que en pleno siglo XXI me parece algo inútil. Si alguien quisiera llevarse algo, lo haría en un simple pendrive.

Sobre las diversas investigaciones de la Fiscalía al concejal popular Jesús Pacheco, ¿tiene algo que decir?

La denuncia se interpuso previamente por una concejala en su momento y fue archivada. Y ahora, la misma, según he leído en la prensa, se ha interpuesto de manera anónima… Estas cosas cuesta trabajo asumirlas. ¿Una denuncia anónima organiza esto, cuando ya había sido archivada? Yo creo que no es bueno judicializar la política hasta este punto.

Desde algunos partidos, aseguran que la democracia representativa se ha pervertido por los casos de transfuguismo y piden elecciones.

Creo que es muy peligroso poner en tela de juicio la democracia representativa. Hay algunos que hablan de democracia directa en la que se hace un referéndum para todo; aunque pueda parecer lo contrario, ese tipo de sistemas son más fáciles de manipular. La democracia representativa será imperfecta pero es lo mejor que tenemos y si alguien tiene un modelo mejor que lo ponga sobre la mesa.

Pero, ¿cree que se deberían convocar elecciones anticipadas?

Es como si yo me planteo ahora si debería haber elecciones en el Ayuntamiento, estaría un poco fuera de lugar, ¿no? Algunos de esos políticos que llaman tránsfugas indican que ellos están siendo fieles a los pactos alcanzados y firmados en 2019. Todo tiene sus matices y su reflexión, muchas veces no se resuelve una discusión escogiendo entre el blanco y el negro.