El gasto social por habitante, el poder adquisitivo de los hogares y la contaminación por el tráfico, son tres indicadores que lastran a la ciudad de Murcia a una de las peores posiciones en cuanto a urbes sostenibles en España, por no decir la peor. Hasta ahora los estudios sobre la sostenibilidad de las ciudades no habían sido muy prolijos y se han centrado más en analizar este campo desde puntos de vista geográficos más grandes, a nivel nacional o regional. A esto se le suma que si hablamos de sostenibilidad, enlazamos el concepto muy rápido con el factor medioambiental, y no se han tenido muy en cuenta aspectos económicos o sociales dentro de este campo de estudio.

Varios investigadores de la Universidad de Santiago de Compostela han analizado el nivel de sostenibilidad de 31 ciudades españolas representativas a través de múltiples indicadores de sostenibilidad que abarcan tres aspectos: el lado económico, social y ambiental. Empleando hasta 38 indicadores dentro de estos tres campos, determinan que la mayoría de las ciudades con las mejores calificaciones de sostenibilidad se encuentran en el norte del país. Más allá de esto, su estudio pone la mira en ciudades como Murcia, Gijón, Badajoz y Huelva, suspensas en sostenibilidad por tener deficiencias en dichos campos.

Manuel Rama, uno de los integrantes de esta investigación que parte de un proyecto financiado por el Ministerio de Economía, señala que Murcia es una de las ciudades que peores ratios obtiene en función de estos tres pilares estudiados. De los primeros ‘síntomas’ en saltar a la luz fue el problema de la compactación de las ciudades: «Con un área muy grande con respecto a la población que tiene, esta situación geográfica deriva en una mayor dificultad para el desplazamiento y el predominio del uso del transporte privado, lo que deriva en un aumento de los gases de efecto invernadero», destaca Rama. Estas emisiones siempre serán mayores que en una ciudad que sea más compacta, destaca el investigador gallego. «Murcia tiene el ratio de vehículos privados con respecto a los públicos muy elevado», señala, y esto también conlleva que tenga de los niveles de partículas PM10 más altos de España.

Por ello cree prioritario favorecer y desarrollar la red de transporte público en la ciudad. Sobre este punto, el medioambiental, añade que sería necesario aumentar las áreas de parques y jardines, ya que concluyen los investigadores que Murcia destaca por la ausencia de estas zonas comparadas con otras ciudades. «Estos espacios verdes ayudan a captar el dióxido de carbono del ambiente. Pero hay que entender que muchos parques y jardines no son buenos, hay que encontrar un equilibrio porque, si no, aumentamos la superficie de la ciudad y acabamos fomentando el transporte privado».

En lo económico, preocupa especialmente los ingresos por hogar. «No hay mucha diferencia entre los 42.500 euros de media al año por hogar y el tope que es de 55.000 euros al año de la renta por familia, pero vemos que esto castiga a Murcia». Este indicador influye, por la regulación del mercado, en el precio de la venta y del alquiler de viviendas, un precio que los investigadores fijan en ‘bajo’ comparado con otras ciudades del mismo tamaño poblacional debido a la baja renta de los hogares. El investigador, por contra, destaca el bajo consumo eléctrico de la ciudad debido, apuntan, al clima de la Región comparado con el norte.

El gasto social

Rama destaca como punto positivo de Murcia frente a otras ciudades el nivel educativo, con una cifra de estudiantes en enseñanzas superiores por encima de otras grandes ciudades de España. Analizando otros indicadores, el gasto social por habitante es bajo. «Comparado con Bilbao, Murcia destina 60 euros por ciudadano frente a 160 de la ciudad vasca».