"En varias ocasiones hemos llamado a la Policía y a la Guardia Civil por un problema de okupas en el edificio, pero estos no han ayudado a que estas personas, que han incluso amenazado a vecinos, salgan del piso", sostiene un residente en la zona de Cabezo de Torres donde en la madrugada del domingo se incendiaba un piso, que obligaba a desalojar el inmueble.

Los hechos tuvieron lugar en la Avenida Alto de las Atalayas de la citada pedanía. Según el testimonio del vecino, lo que pasó la madrugada del incendio fue que "los okupas, al ver que no podían entrar de nuevo, ya que vecinos de nuestro edificio lograron sellar la puerta, cuando eran las tres de la madrugada prendieron fuego al piso, sin importar que habían niños durmiendo justo en el piso del frente". Fueron desalojadas la primera y la segunda planta de un edificio de cuatro.

Explica otra vecina afectada que los okupas "han estado generando conflictos en la comunidad" y lamentan que "solo se atrapó a uno de los ocho chicos que ocupan el piso y le pusieron una multa por estar a las diez y media de la noche en la calle, incumpliendo el toque de queda".

La marugada del suceso se movilizaron tres camiones de Bomberos de Murcia, además de varias patrullas de la Benemérita y de la Policía Local de Murcia. Afortunadamente, no fue necesario mandar ninguna ambulancia, ya que no hubo que lamentar heridos.