Los murcianos han depositado en el contenedor marrón 218.000 kilos de residuos orgánicos desde que entró en funcionamiento a finales del pasado mes de febrero, informa el Ayuntamiento.

«Los residuos orgánicos procedentes de los contendores marrones entran en el recinto de Cañada Hermosa y, tras su pesaje en la báscula de entrada, se depositan en la zona de descarga», precisan desde el Consistorio.

Una vez puesta en marcha la instalación, la pala alimenta la tolva con este material, que, en primer término, atraviesa el rompe bolsas y el separador magnético para llegar al tromel, cribador cilíndrico que clasifica el material adecuado para su paso al digestor. Una vez dispuesta la materia orgánica en el digestor, contenedor cilíndrico cerrado e impermeable, se mezcla con agua. Esta mezcla, mediante la fermentación anaeróbica de los microorganismos, es degradada obteniendo varios productos: biogás, con alto contenido en metano, que podrá ser utilizado como combustible; estruvita, un fertilizante orgánico-mineral y por último, el digestato sólido que se utilizará como alimento para la planta de la cría de moscas.

El siguiente paso se llevará a cabo en una planta piloto de cría de mosca soldado negra, que produce larvas secas, transformados en harina con un alto contenido de proteínas que comenzará su andadura, según las previsiones, antes de la primavera.

Se consideran residuos orgánicos restos de fruta, verdura, carne y pescado, cáscaras de huevo, frutos secos y marisco, restos de infusiones y posos del café, cerillas y tapones de corcho y serrín, así como otros restos de comida cocinada y de jardinería (plantas, hojarasca, ramos de flores...).