Un año especial marcado por las circunstancias sociosanitarias del coronavirus merecía también una llegada especial. Melchor, Gaspar y Baltasar surcaron ayer por la mañana el cielo de Murcia en tres avionetas para que todos los niños pudiesen saludarlos desde la distancia a través de los balcones, terrazas y ventanas de sus casas.

Tras el aterrizaje, los tres Reyes Magos de Oriente no perdieron tiempo y recorrieron la gran mayoría de las pedanías y barrios murcianos en un autobús descapotable, para garantizar así las medidas de prevención y seguridad marcadas por la covid.

Melchor, Gaspar y Baltasar se emplearon a fondo para que a lo largo de la jornada ningún niño se quedara sin verlos. Por la mañana recorrieron Los Martínez del Puerto, El Palmar, La Alberca, Santo Ángel, Algezares, Los Garres-Lages, San Jose de la Vega, Beniaján, Torreagüera, Los Ramos, Alquerías, El Raal, Santa Cruz, Llano de Brujas, La Cueva, Monteagudo y Puente Tocinos, donde hicieron una parada para descansar.

Coincidiendo con los centenares de murcianos que aprovechaban el último día para realizar las compras y regalos navideños, los cláxones de los vehículos que circulaban por las vías de las distintas calles del municipio saludaban a los protagonistas del día con el sonido de los cláxones de sus vehículos.

Ya por la tarde el itinerario escogido por los Reyes Magos pasó por El Esparragal, Cabezo de Torres, Churra, El Puntal, Espinardo, San Basilio, San Antón, San Andrés, El Carmen, La Fama, Juan de Borbón, Juan Carlos I, Redonda, Constitución y Gran Vía hasta la llegada al Puente Viejo.

En este punto, el cielo de Murcia se iluminó de colores y vibró con fuerza con un gran castillo de fuegos artificiales en el que se anunciaba que los niños tenían que irse pronto a dormir para despertarse con una o varias sorpresas de parte de los Reyes Magos.

De esta forma, a pesar de que ayer no se celebró la tradicional cabalgata como en años anteriores, la magia y fantasía de los tres personajes llegados de Oriente siguieron iluminando los rostros de los más pequeños de la casa, que hoy se han despertado, un año más, con los regalos que les han dejado en sus casas los tres característicos personajes, que ayer prometieron a los niños que el próximo año se reencontrarán con todos y cada uno de ellos de nuevo en las calles.