Un hombre, cuya identidad y edad no ha trascendido, ha fallecido en la calle en Murcia. Se da la circunstancia de que se encontraba en la misma puerta de la Fundación Rais, que cuenta con un espacio destinado a personas sin hogar en el centro de la capital murciana.

Apareció el pasado viernes. El cuerpo, a primera vista, no tenía signos de violencia, y sería la autopsia la que arroje luz sobre la causa del deceso, indican fuentes cercanas al caso. Los restos mortales fueron llevados al Instituto de Medicina Legal, para que el informe del forense revelase el motivo del óbito.

Desde Servicios Sociales en Murcia apuntaron que desde 2018 se ha estado atendiendo a este hombre, de 63 años, que recibía una renta básica gestionada por este organismo.

De hecho, el día antes del óbito fue atendido en la vía pública: se le entregó una manta, se le propuso ir a un albergue y él se negó. Al día siguiente, horas antes del deceso, miembros del Semas siguieron buscándolo en su zona habitual, sin éxito; ya de noche, el hombre acudió por su propia voluntad a Rais y no había plaza, confirman desde Servicios Sociales.

Si el hombre en ese momento hubiese manifestado síntomas de estar enfermo, se habría llamado a una ambulancia o atendido, detallan desde el SEMAS, al tiempo que informan de que la causa del deceso, confirmada por la autopsia, fue un infarto.

Desde el colectivo Fiesta de la Calle ("un encuentro festivo organizado por personas sin hogar con el apoyo de oenegés") difundían mensajes en redes diciendo que el hombre murió "de frío" en la puerta de La Casa Habitada, algo que no es cierto. "El hombre pidió alojamiento, pero le dijeron que estaba lleno y que tienen una lista de espera de más de cien personas", afirman. Lo que sí hicieron fue darle alimento: "le sacaron cena a la puerta", detallan.

Este diario se puso en contacto con la Fundación Rais para conocer su versión, sin respuesta.