La Policía Nacional llevaba a cabo ayer por la tarde una nueva operación en el marco de la lucha contra el narcotráfico en la Región. En esta ocasión, el escenario era la barriada del Infante, en Murcia, en concreto un edificio de seis plantas, indican fuentes cercanas a la investigación.

El Cuerpo llevaba tiempo con sospechas de que en un bajo de la calle Fotógrafo Tomás Lorente, cerca de la Ciudad de la Justicia, se escondía un invernadero de marihuana. La entrada y registro se llevaba a cabo ayer por la tarde.

Investigadores de la Policía Judicial y patrullas de los 'zetas' se movilizaban al barrio murciano, para estupor de los vecinos de la zona. Agentes con pasamontañas, con un marro y armados custodiaban la puerta del inmueble.

En la casa en cuestión, no encontraban a nadie, por lo que una de las hipótesis que se maneja es que el responsable de la plantación se esfumase al percatarse de la presencia policial. Lo que sí hallaban los investigadores era estupefacientes. En concreto, cerca de 300 plantas de marihuana, ya crecidas, así como útiles para su cultivo. En presencia del secretario judicial, los agentes sacaron la 'maría', en bidones y grandes sacos. El protocolo obliga a que la droga sea destruida.

En el rellano del edificio se agolpaban las cajas y bidones, que rebosaban de tallos verdes. Grandes ventiladores y placas para el cultivo del cannabis también aparecían en el domicilio.