Las obras en el barrio de La Paz arrancaban este lunes a las ocho y media de la mañana, tal y como adelantó LA OPINIÓN. Hasta allí se acercaba el promotor del proyecto, José López Rejas, que ha iniciado el estudio geotécnico a la espera de que Urbanismo inscriba la escritura de la junta de compensación en el registro.

«Hay que ver dónde está el terreno firme para comprobar que la cimentación está perfectamente, para levantar las torres. La calcularon en la Cátedra de Estructuras de la Escuela de Ingenieros de Caminos de Madrid», explicó a esta redacción el empresario, acompañado de técnicos y aparejadores. Recordó que el diseño del proyecto es de Ricardo Bofill y la dirección de obra corre a cargo de IH Arquitectos. En este solar se levantarán dos torres de 27 plantas. En una de ellas se alojarán los vecinos provisionalmente, de la planta uno a la once.

«Está en un proceso de terminación de inscribir la junta de compensación, una vez que el Ayuntamiento ultime el repaso que está haciendo a todos los documentos. Al parecer ya están en la última fase de revisión de documentos, para inscribir. Ahí se inicia todo el proceso de licencias, para arrancar las obras que llevan 16 años esperando», indica José Ibáñez, arquitecto.

Manuel Hernández, otro arquitecto, comenta que con las catas se tarda «muy poquito, días» en concluirse. «Lo que más tiempo va a llevar son los análisis de laboratorio del terreno, a partir de las tomas de muestras», detalla.

Sebastián García, vecino «de toda la vida» de La Paz, cree que «esto es una obra social». «Este proyecto es muy necesario», hace hincapié a pie de solar, y añade que «llevo décadas viendo cómo mis vecinos mueren asomados a las ventanas, porque no pueden salir a la calle» por la falta de ascensores. García comenta que a su abuela «la tuvieron que sacar con una grúa cuando murió porque por las escaleras no entra un féretro». También alude a la situación de algunas casas de la zona, donde se trapichea con droga.

Preguntadas sobre la licencia de obra, fuentes del Ayuntamiento de Murcia indicaron que «ahora se está en la gestión urbanística», por lo que «no puede haber ninguna concesión de licencias».

«La gestión urbanística, en función de la envergadura de cada proyecto, tarda meses. Es el procedimiento habitual. Conforme avance en el desarrollo el promotor lo hará también el procedimiento que hacen los técnicos municipales», apuntaban ayer desde el Consistorio capitalino.

El proyecto, respaldado ahora por la constructora Dragados y el Grupo Porcelanosa, costará 417 millones de euros y que supondrá la creación de alrededor de 10.000 puestos de trabajo.