Una mujer, que presuntamente había llamado a la Policía Nacional para denunciar que su ex marido se encontraba en su vivienda pese a que tenía una orden de alejamiento, pidió a los agentes que no entraran en el dormitorio, donde se había escondido el hombre, aduciendo que había un "gato de gran tamaño y muy fiero que atacaba a cuantos se le pusieran por delante".

Fuentes del caso han dicho a Efe que los hechos ocurrieron en un domicilio ubicado en Murcia, cuando los agentes del Cuerpo Nacional de Policía (CNP) trataron de averiguar dónde se encontraba el denunciado.

A la llegada a la vivienda les abrió una mujer que negó haberles llamado y asegurando que su ex marido no se encontraba allí, para añadir que todo estaba normal y que no se explicaba la presencia policial.

Cuando los agentes le preguntaron si les permitía acceder al interior, esta mujer les franqueó la entrada, indicándoles que podían entrar en todas las dependencias de la misma, con la excepción de un dormitorio, que se encontraba cerrado para evitar que saliera el gato "muy fiero" que había en su interior.

Fue entonces cuando un agente le explicó que no tenía miedo a los gatos, por muy peligrosos que fueran, y que si le atacaba, el animal aprendería a no agredir a la gente.

Las sospechas de la Policía Nacional se vieron confirmadas cuando, al abrir la puerta de esa estancia, comprobaron que no había gato alguno y que quien estaba allí era el ex marido, al que hallaron agazapado.

Pese a su resistencia, pudo ser detenido y engrilletado y puesto a disposición judicial como presunto autor de un delito de quebrantamiento de medida cautelar.

En sus primeras manifestaciones, este hombre aseguró que mantiene discusiones con su ex mujer debido a que, presuntamente, no le deja ver a los hijos.

El juzgado de guardia de Murcia lo ha dejado en libertad y lo ha puesto a disposición del Juzgado de Violencia sobre la Mujer.