«Crees conocer a una persona y, después de 25 años, no la conoces», contaba hace dos años a esta redacción la madre de la menor de 15 años a la que su padre, presuntamente, violó tres veces y llegó a dejar embarazada en Murcia. Un sujeto que está en prisión provisional, cuyo juicio sale ahora (el jueves se sienta en el banquillo) y que se enfrenta a penas que suman 27 años entre rejas por agredir sexualmente a la adolescente, a la que la Fiscalía solicita que indemnice con 15.000 euros por los daños morales causados.

Apunta el Ministerio Público que este individuo, que ahora tiene 42 años, «prevaliéndose del parentesco con la misma, sometió a la menor a tocamientos en sus partes íntimas, llegando a penetrarla vaginal y digitalmente, en numerosas ocasiones».

«Saber las atrocidades que le ha hecho a mi niña es lo peor», decía a este diario la madre de la víctima, una joven que presenta un trastorno de estrés postraumático como consecuencia de los ataques sufridos.

El relato del horror

Detalla que una de las primeras agresiones tuvo lugar en agosto de 2016, mientras la familia pasaba unos días de vacaciones en la localidad de Palmera (Valencia) en casa de la tía paterna de la menor, cuando «al regresar de la playa y aprovechando que no había ningún adulto en la vivienda, el acusado pidió a la menor que se acostara con él en la cama, bajo el pretexto de descansar. Una vez que ella se acostó y su puso de lado intentando conciliar el sueño, se quitó la ropa y se situó junto a la menor diciéndole que le iba a bajar los pantalones porque hacía calor, procediendo seguidamente a acariciarla por todo el cuerpo y, tras bajarle el bikini, la penetró vaginalmente, y cuando escuchó que su familia regresaba le manifestó: ‘ponte la ropa y hazte la dormida’».

Antes de la Navidad del año 2016, «el acusado le dijo a su hija que cada vez que quisiera salir con sus amistades, tenía que pasar primero por su habitación, añadiéndole que le daría más dinero para salir. Cuando la menor iba a la habitación del acusado, éste le quitaba la ropa y la tocaba por todo el cuerpo, introduciéndole la mano en la vagina en múltiples ocasiones, mientras la menor le decía que parara porque le daba asco».

«En las ocasiones en las que la menor se negó, el acusado le llegaba a apretar en ambas muñecas. Estos hechos tuvieron lugar desde enero de 2017 hasta marzo de 2017 como una vez por semana; siendo que en alguna de las ocasiones el acusado le pidió a la menor que le tocara a él, y como ella se negó, el acusado la arañó en uno de los brazos», destaca el escrito de la Fiscalía.

Asimismo, «entre los meses de febrero y marzo de 2017, encontrándose en el domicilio familiar y aprovechando que su esposa y madre de la víctima estaba trabajando, el acusado pidió a la menor que fuera a su habitación para ver la telenovela que le gustaba, y una vez que aquella se tumbó junto al acusado en la cama, éste la colocó de lado, le quitó la ropa y volvió a penetrarla vía vaginal, tras lo cual le advirtió que no se lo contara a nadie porque él iría a la cárcel y su madre se quedaría sola».

Meses después, de nuevo en la vivienda familiar, el sujeto «llamó a su hija desde su habitación y cuando ésta acudió le manifestó que si quería salir con sus amigas tenía que hacer lo que él le pidiera, diciéndole: ‘si quieres salir, cállate y hazme caso’, para a continuación empujarla hacia la cama e intentar desvestirla, tratando la menor de impedirlo golpeándolo y arañándolo, agarrándola el acusado fuertemente de ambas muñecas, poniendo una manta encima de los dos, consiguiendo desvestirla finalmente y poniéndose encima de la menor, penetrándola vaginalmente».

"Tengo una forma de que te baje la regla"

En otoño de hace ahora tres años, cuando la adolescente se dio cuenta de que estaba embarazada, se lo dijo a su padre y él, sostiene la Fiscalía, le dijo que tenía «una forma para que te baje la regla», tras lo cual la violó de nuevo. Le dijo que no gritara porque estaban sus hermanos en la habitación contigua. «A partir del último episodio y a pesar de la negativa de la menor, que trataba de evitarlo, continuó besándola en los labios y acariciándole el pecho y sus partes íntimas», detalla el Ministerio Público.

A la adolescente se le practicó un aborto en enero de 2018, sin que se pudieran analizar los restos del feto. Aunque en un primer momento se detuvo también a la madre (dado que había acompañado a su hija a abortar), las investigaciones posteriores, así como el testimonio de la víctima, corroboraron que la mujer no era conocedora de los hechos.