Son menores de edad, van armados con navajas y emplean la violencia para sustraer a sus víctimas pertenencias como bicicletas, móviles y dinero en metálico. Vecinos de las localidades murcianas de Espinardo y Guadalupe llevan tiempo denunciando que sufren los estragos de esta «banda», como la califican, la cual «lleva meses actuando».

Aseguran los afectados que, aunque los sospechosos residen en Espinardo, también se han denunciado delitos cometidos presuntamente por ellos en otras poblaciones cercanas.

Las víctimas son, habitualmente, también menores de edad, a las cuales estos adolescentes intimidan, al mostrar el arma blanca. No han llegado a lesionar a nadie, aunque los vecinos temen que acaben haciéndolo, ya que, según afirman, son «violentos». «Esto no parará hasta que apuñalen de gravedad a alguien», sostienen.

Hace más de tres años, la Asociación de Vecinos de Espinardo iniciaba ya una recogida de firmas para tratar de poner coto a una banda infantil que, armada con barras de hierros, rompía las lunas de los coches y llegó a apedrear a vecinos. Afirman los residentes en la pedanía que, al igual que entonces, en esta ocasión el supuesto líder de la banda vive en el Espíritu Santo, uno de los barrios más castigados de Espinardo, tristemente conocido por albergar garitos (en domicilios particulares) en los que se venden estupefacientes. La Policía suele hacer en la zona redadas.

El problema con estos menores es que, por sus edades, son inimputables. La mayoría de edad penal está en España en los 18 años, aunque la legislación establece que a partir de los 14 se pueden exigir responsabilidades. Pero los menores de 14 están exentos de responsabilidad por los delitos que cometen, ya que la ley considera que, en esos casos, se debe buscar la solución en el ámbito educativo y familiar.