El concejal de Fomento del Ayuntamiento de Murcia, Mario Gómez, intentó ceder sus competencias sobre los vehículos de la Policía Local y los servicios de Emergencias al propio alcalde, José Ballesta, o al concejal de Seguridad Ciudadana, Eduardo Martínez-Oliva, en la última junta de Gobierno que se celebró antes del parón de las vacaciones de agosto, el pasado 31 de julio.

Con esta maniobra el primer teniente de alcalde y responsable de Fomento habría intentado quitarse de encima la responsabilidad de tener bloqueados durante meses los contratos para la reparación de estos vehículos debido al rifirrafe que mantiene con el ya exjefe de los Servicios Generales del Consistorio, Rafael Bernal, y por el que Gómez se ha estado negando a firmar cualquier expediente que éste hubiera tramitado.

Sin embargo, este ofrecimiento fue rechazado por el edil de Seguridad Ciudadana, quien consideró en ese momento que esas no eran sus competencias.

En el acta de la sesión de la Junta de Gobierno del Ayuntamiento de Murcia del pasado 31 de julio a la que ha tenido acceso LA OPINIÓN queda recogido que en el momento de los ruegos y preguntas Mario Gómez volvió a solicitar el cese del jefe de Servicios Generales y pidió que se le dieran explicaciones sobre por qué hasta esa fecha el cambio no se había producido.

Hay que tener en cuenta que Bernal denunció el pasado mes de junio al concejal de Fomento por presunto acoso laboral y hace unas semanas solicitó él mismo el traslado de puesto de trabajo, algo que fue aprobado en la Junta de Gobierno de la semana pasada.

Paralización del servicio

En esa reunión del último día de julio, Mario Gómez manifestó que se negaba a firmar expedientes tramitados desde este servicio hasta que se nombrara un sustituto, por lo que llegó a pedir que fuera el concejal de Seguridad Ciudadana, Eduardo Martínez-Oliva, quien asumiera las competencias de aquellos asuntos que le afectan directamente, es decir, «lo relacionado con los vehículos adscritos a Policía y Emergencias».

Tras esta propuesta, sugirió otra opción y era que fuera «el propio alcalde quien asuma la competencia de la gestión».

En respuesta a Gómez, Martínez-Oliva manifestó que «las competencias son del concejal de Fomento», por lo que negó rotundamente la asunción de cualquier expediente relacionado, incidiendo además en la grave responsabilidad que conlleva no poder gestionar adecuadamente las emergencias en el municipio de Murcia.

Ante la falta de soluciones, en esa reunión el edil de Fomento insistió en que no tenía ningún interés personal en bloquear la gestión del servicio y apeló al alcalde a encontrar una solución rápida a esta situación.

Precisamente, los problemas que ha generado el retraso en las reparaciones de vehículos de emergencias y de seguridad llevó hace unos días al exjefe de los Servicios Generales del Ayuntamiento a denunciar en Fiscalía la paralización de estos contratos de servicios esenciales por parte de Mario Gómez al considerar que «se pone en grave riesgo la seguridad ciudadana en el municipio de Murcia», tal y como adelantó LA OPINIÓN.