El juzgado de instrucción de Murcia, que el pasado 11 de septiembre acordaba el ingreso en prisión del colaborador de la Escuela de Tauromaquia de la Región J.M.O. por presuntos abusos a una decena de alumnos y alumnas señala en su auto que los hechos se habrían producido, «al menos», desde hace quince años.

El auto dejaba constancia de lo declarado como testigos por las víctimas, que han coincidido en señalar los supuestos abusos que padecieron y que no denunciaron en su momento por temor a ver frustrada su ilusión de ser figuras del toreo.

El juzgado destacaba así mismo que los testimonios ofrecidos por los alumnos presentaban indicios relevantes e incriminatorios y con rasgos coincidentes.

El auto señalaba también que los hechos denunciados son de tal gravedad y afectan a tantas presuntas víctimas que la medida de ingreso en prisión se consideraba proporcionada.

Por eso, añadía, no podía ser sustituida por otra menos gravosa, como había pedido la defensa del detenido, como habría sido la de prohibirle el acercamiento a la escuela y a los alumnos.

Señalaba así mismo el juzgado que el tener arraigo en Murcia, donde vive su familia, no supone, sin más, que se vaya a sujetar al proceso y no trate de eludir la acción de la Justicia.

También recalcaba que los hechos denunciados, de ser ciertos, podrían ser constitutivos, entre otros, de los delitos de abuso y agresión sexual, sancionados con elevadas penas, además de poner especial énfasis en que en la mayor parte de los casos los perjudicados eran menores de edad cuando se produjeron, presuntamente, los mismos.