Mientras los vecinos de Algezares echan de menos el paso de la Romería, decenas de fieles y curiosos acudieron a lo largo de la jornada festiva de ayer a las inmediaciones de la Plaza de la Cruz (en realidad, Plaza de Hernández Amores) junto a la Catedral para visitar y honrar a la patrona de Murcia, la Virgen de la Fuensanta; hubo momentos en que la Romería de personas que esperaban bajo el templo catedralicio casi llegaba hasta la Plaza de Santo Domingo.

Según la empresa de control de accesos, Suresser, «no se han dado incidentes y todo ha marchado con normalidad, con las clásicas picarescas para saltarse la cola y entrar por la salida, pero todo el mundo respetando las medidas de seguridad que se han establecido».

Antonio, uno de los fieles que estaba haciendo cola desde las 10.00 horas de la mañana se quejaba de que no se hubieran formado dos colas para distinguir a los que querían asistir a la misa y los que sólo querían ver a la Virgen, «la separación la hacen justo en la entrada, y no creo que sea la manera más rápida de hacerlo, pero en fin, no queda otra, nuestra pasión es tan grande que no nos importa esperar todo el día si es necesario».

Detrás de Antonio hay dos chicas jóvenes de aspecto nórdico que aclaran que proceden de Stavanger, una ciudad al sudoeste de Noruega, y no parecen tener claro qué esperan, «debe estar un gran tesoro dentro», chapurrean en un rústico castellano.

Marisa se encuentra cuatro posiciones más adelante que estas mujeres y se enorgullece de la presencia de tantos devotos, «no merece menos nuestra Virgen, es una pena que el maldito bicho se haya cargado la Romería y la Feria, pero la tradición es tan grande que no quería dejar pasar este día sin ver a la Morenica tan guapa como siempre, con un mantón digno».

En la salida opuesta a la Plaza de la Cruz de la Catedral, nos encontramos con el párroco de Beniaján y canónico de la Catedral, Antonio García Valverde, que admite que le ha sorprendido el número de visitas a la Virgen de la Fuensanta, «al venir a la misa de 11 me ha sorprendido gratamente la cantidad de gente que está entrando en la Catedral. Hay una cola enorme para hacer su ofrenda, su oración ante la Virgen, y otra para asistir a la Santa Misa, que se están realizando en todas las horas desde las 7 de la mañana hasta la 19.00 horas de la tarde. La afluencia está siendo muy notable».El párroco de Beniaján no pensaba que se acercarían tantas personas, «cuando salí a pasear por la ciudad esta mañana no veía mucho movimiento, pero al llegar aquí me he encontrado con esta extraordinaria congregación; los murcianos añoran esa Romería tan multitudinaria, que cada año se iba superando, y cuando se sacaba a la Virgen a la Plaza del Cardenal Belluga eso era? pura devoción. En fin, tenemos que adaptarnos a esto, y no hay mal que por bien no venga, y eso es lo que tenemos que buscar, sacar el bien de esta pandemia que nos ha tocado vivir». Entre esas cosas positivas, destaca «la misa por televisión que ha llegado a todos los hogares».

Para García Valverde, «podemos decir que se han cerrado las iglesias, pero se han abierto las casas donde ha habido una vivencia diferente de la religión, como no se conocía hasta ahora». En cuanto a las medidas de seguridad y el riesgo que suponen las aglomeraciones, el padre Antonio sostiene que «la Catedral ha resuelto muy bien las instrucciones y está todo dispuesto: el gel, el distanciamiento, la mascarilla? La Catedral ha tomado sus medidas y en ese sentido creo que es ejemplar». El mensaje que le gustaría lanzar es que todo aquel que pueda visite a la Virgen, «y le diga: Hasta luego, porque a la Virgen nunca se le dice adiós para siempre, sino un hasta que nos veamos otra vez».