El recuento tuvo que ser frenético, ¿qué sensaciones tuvo?

Alegría por saber que culminamos este proceso electoral tan largo, y al mismo tiempo cansancio porque ya llevábamos la semana pasada con los votos en el Obispado y la jornada de ayer que empezó temprano y terminó de madrugada.

¿Se esperaba el resultado?

Cualquier candidato piensa en ganar y hemos luchado por ello. La voluntad de los cofrades ha sido que nuestro proyecto se ponga en marcha. A cada momento hay que dar soluciones diferentes y creo que la situación social y sanitaria exige que la Cofradía también cambie. Los cofrades nos exigían que nos pusiéramos a trabajar, volver a la normalidad y estabilidad.

¿Han sido las elecciones más reñidas de los Salzillos?

En el 2003 también el candidato vencedor ganó por algo más de 20 votos. Nos tenemos que felicitar los cofrades por haber celebrado libre y democráticamente estas elecciones y poder participar para elegir a nuestros servidores.

¿Qué va a cambiar en la Cofradía con su llegada?

Ahora se abre un nuevo tiempo con el compromiso que adquirimos con los cofrades y con nosotros mismos que tiene tres grandes fines. El primero, dignificar el culto a Nuestro Padre Jesús, para aumentar la fe y la devoción. Segundo, un programa de formación a los cofrades totalmente voluntario y planes específicos para insertar mejor a niños y jóvenes. Y tercero, nuestro gran reto, un proyecto de caridad para los más pobres, enfermos y necesitados.

¿Cree que han habido muchas cortapisas a la celebración de estas elecciones?

Este proceso debía haber finalizado en 2019, hoy estamos a septiembre de 2020. Desde la Semana Santa de 2019 se tenían que haber convocado pero se fueron posponiendo. Varias suspensiones, frenos y bloqueos que han ido alargando el proceso innecesariamente.

Sin embargo, con una situación del covid peor, esta vez Salud no intervino como en julio.

Me sorprendió la suspensión en julio y me habría sorprendido que hubiera sucedido ahora. Por suerte, tenemos de presidenta de la Comisión electoral a una médica y se había desarrollado un plan de prevención muy bien estudiado y ejecutado. Era sorprendente que el Obispo, a instancias de Salud, lo hiciera. Finalmente, se han dado unas soluciones para que no hubieran aglomeraciones y con ese fin se votó durante varios días en el Palacio Episcopal. No había base legal para suspenderlas ni en julio ni ahora.

¿No contemplaban que pudiera dar ningún contagio?

Le aseguro que el proceso tuvo un control higiénico y de seguridad tremendo. Imposible que hubiera algún contagio, aquello parecía un quirófano. Estoy convencido que hay más posibilidad de contagio paseando en la calle o comprando que yendo allí a votar.

¿Le dolió que los expresidentes se opusieran a las elecciones?

No, creo en la libertad de las personas de expresarse. Entiendo que sus motivos tendrían, pero jamás los conocí. No puedo hacer una valoración.

¿Tiene intención de integrar al equipo de Juan Dólera?

Sin duda. Ya hablé con Juan e hicimos un llamamiento a la unidad. El que quiera sumarse y participar de este proyecto podrá hacerlo. En la candidatura de Juan hay gente, incluido él, de gran valor y mucha experiencia y a algunos ya les he invitado a que se integren.