Cerca de 1,3 millones de toneladas de dióxido de carbono se emitieron en el municipio de Murcia en 2019, se consumieron más de 30,43 millones de metros cúbicos de agua y casi 2 millones de megavatios de electricidad, según se desprende del primer estudio de diagnóstico de economía circular de la localidad para lograr un 'metabolismo urbano' más sostenible.

Este estudio de diagnóstico, que presentó ayer el alcalde, José Ballesta, es un paso previo para la elaboración de una estrategia que pretende impulsar la economía circular en la ciudad teniendo así un punto de partida claro desde el que empezar a trabajar.

Entre los datos que incluye el informe destacan también las más de 204.000 toneladas de residuos que se recogieron de manera selectiva (unos 451 kilos por habitante) en ese año, además de 763 toneladas de enseres recogidos por entidades sin ánimo de lucro, de los que se reutilizaron 48,5 toneladas.

El sector agrícola y ganadero, según el estudio, emitió más de 53.500 toneladas de dióxido de carbono y la producción de energía eléctrica a partir de fuentes renovables ascendió a casi 211.000 megavatios hora. Otro dato destacable es que en los hogares murcianos se produjeron 12,7 millones de toneladas de residuos de desperdicio alimentario.

Para Ballesta, el resultado de este diagnóstico muestra que Murcia está avanzando hacia la sostenibilidad en materia de agua, energía y residuos, pero es necesario implementar nuevas medidas de movilidad para reducir la contaminación y de reutilización de productos cotidianos, como ropa, muebles o electrodomésticos, para reducir residuos y generar nuevos modelos de negocio.

No obstante, recordó que en Murcia hay ya en marcha cerca de una treintena de proyectos e iniciativas que incorporen la economía circular en ámbitos como la movilidad, el clima, el agua, la gestión de residuos, la ciudad inteligente o la gestión de la huerta.

«Murcia es percibida como una de las ciudades europeas que más se está preocupando por implementar iniciativas de economía circular y por incrementar su nivel de circularidad», señaló el alcalde de Murcia, quien indicó que «con la colaboración y la participación activa de la sociedad civil murciana y los especialistas técnicos de las diferentes áreas, hoy damos un nuevo paso para lograr un municipio más sostenible».

El modelo de economía circular es aquel en el que el valor de los recursos, materiales y productos se mantiene durante el máximo tiempo posible en el sistema productivo, reduciendo al máximo el consumo de recursos naturales, así como la generación de residuos.