Los restos arqueológicos de la almunia o finca de recreo de la que disfrutaba en el siglo XII en Monteagudo el rey Lobo, Ibn Mardanish, siguen esperando casi treinta años después de que se redactara el Plan Especial de Protección del Parque Cultural de Monteagudo para salir a la luz.

En los últimos años se han llevado a cabo un par de intervenciones iniciales en la zona de la almunia para ver sobre el terreno qué elementos podrían estar ocultos bajo los huertos y la maleza de este punto del municipio, aunque desde el equipo de investigadores, liderado por el arqueólogo y miembro del CSIC Julio Navarro, se ha criticado en numerosas ocasiones la «falta de interés» por parte de las administraciones local y autonómica, ya que considera que no se dota con los fondos necesarios la continuidad de estas primeras excavaciones.

El Plan Especial de Protección del Parque Cultural de Monteagudo, elaborado por el propio Ayuntamiento de Murcia entre 1992 y 1993, ya se hablaba de la prohibición de colocar vallas publicitarias y elementos distorsionantes que desvirtuaran el entorno de los monumentos, a la vez que se establecía la protección que debía tener cada monumento.

En el proyecto, al que ha tenido acceso LA OPINIÓN, se recoge que el Castillo de Monteagudo debía tener un grado de protección 1 (integral), usos culturales y turísticos y se planteaba la posibilidad de instalar un elevador en la parte norte del monumento para una mejor accesibilidad de los ciudadanos; el Palacio Castellar o Castillejo, grado de protección 2 (respetuoso), contemplaba una actuación arquitectónica para su puesta en uso; mientras que en la Fortaleza de Larache, grado de protección 2 (respetuoso), también se hablaba de una actuación arquitectónica para la puesta en uso de la fortaleza. Finalmente, la almazara, Molino Armero y las albercas tendrían un grado de protección 3 (ambiental) y usos culturales y lúdicos.

Además, se ponían plazos e inversión, contemplando un plan de actuación a 12 años con un presupuesto estimado de 5.145 millones de pesetas, lo que hoy son casi 31 millones de euros.

De esta cifra, 1,65 millones de euros serían para excavaciones e investigaciones arqueológicas, 1,56 millones para adquisición de terrenos y expropiaciones; 0,9 millones para la adquisición de monumentos; más de 1,8 millones para la restauración y consolidación; y 1,14 millones para la construcción de accesos, aparcamientos y prolongación del transporte público.

Sin embargo, 30 años después de aquel plan muy poco se ha hecho de lo que recoge el documento y ha sido en estas últimas anualidades cuando el Ayuntamiento ha sacado del cajón la recuperación de Monteagudo y ha comenzado a dar los primeros pasos.

Compra de terrenos

El Consistorio ha adquirido en el último año cerca de 100.000 metros cuadrados en el entorno de lo que será el Parque Arqueológico de Monteagudo, así como el Castillejo y su entorno, que estaba en manos privadas. Con esta compra, los cuatro principales elementos históricos ya se encuentran en manos de la administración: el Castillo de Monteagudo pertenece al Gobierno central; Larache es de la Comunidad Autónoma; y el Castillejo y la alberca de Cabezo de Torres son del Ayuntamiento.

En este caso, el concejal de Descentralización, Pedanías y Barrios, Marco Antonio Fernández, explica que en este tiempo se han invertido 21.000 euros en la adquisición de 60.000 metros cuadrados en el entorno del Castillo de Monteagudo, para poder habilitar los accesos a la maquinaria que deberá trabajar en las obras del Plan Director del Ministerio, y otros 35.000 metros cuadrados del Castillejo y las parcelas que lo circundan.

Fernández informa de que desde Urbanismo se está elaborando el Plan Especial de Protección del Sitio Histórico de Monteagudo y que el Plan Director para la recuperación de todo este espacio y su explotación turística saldrá a concurso para que se presenten proyectos en próximas fechas.

Preguntado por si esto significa que todo lo que se hizo en el proyecto de los años 90 no ha servido para nada y hay que empezar de cero, el edil afirma que «en ese plan hay cosas que en la actualidad son inviables, como la instalación de un elevador en el Castillo, algo que nadie apoyaría hoy en día». Al mismo tiempo, insiste en que en enero se firmó un acuerdo con la Comunidad para financiar un proyecto de investigación sobre el terreno en el Castillejo, el Huerto Hondo y la alberca de Cabezo de Torres, en el que se llevarán a cabo sondeos y toma de datos en colaboración con las universidades.