El barrio murciano de San Antolín recuperará uno de sus edificios religiosos más emblemáticos, la ermita del Pilar, para llevar a cabo actividades de culto y exposiciones y muestras de arte sacro.

Esta construcción del año 1684 fue mandada a construir por el corregidor Francisco Miguel de Pueyo, quien tras recibir un disparo a traición logró salvarse gracias a que la bala impactó en un relicario que llevaba colgado de la Virgen del Pilar.

De ahí que decidiera mandar construirla como gesto hacia la Virgen al salir ileso del suceso.

La ermita, que aún se utiliza para alguna actividad de culto puntual, se encuentra en mal estado, por lo que el Ayuntamiento ha decidido intervenir para rehabilitar sus fachadas y su cubierta con el proyecto que ha redactado el arquitecto Josef Potter, quien ayer acompañó al alcalde de Murcia, José Ballesta, en su presentación, así como al concejal de Cultura y Recuperación del Patrimonio, Jesús Pacheco, y al presidente de la junta municipal, Diego Avilés.

El primer edil destaca que «la ermita del Pilar presenta un gran componente cultural, pues por ella discurre parte de la antigua muralla de Murcia, tramo defensivo catalogado como BIC, y guarda más de 300 años de historia», por lo que afirma que su rehabilitación permitirá que se constituya como un lugar de referencia para la difusión del arte sacro, ya que cuando finalicen los trabajos de rehabilitación abrirá para los murcianos con exposiciones y muestras en torno a este tipo de cultura.

Junto a la puerta principal de la ermita se encontraba precisamente la Puerta Vidrieros, que daba acceso desde la muralla a la ciudad.

El proyecto prevé eliminar las filtraciones de agua que presentan las cubiertas y fachadas. Además, los trabajos permitirán definir los tramos de la muralla, así como las restauraciones históricas que en ella se hayan realizado y sus posibles restos ocultos. Potter también apunta a que se intervendrá en sus escudos y elementos ornamentales, catalogados como BIC.

La 'Trapería chica'

La calle del Pilar del barrio de San Antolín se ha convertido en una de las arterias principales de esta zona de la ciudad de Murcia, donde recientemente se han instalado también toldos para evitar la entrada directa de sol y reducir la sensación térmica, lo que ha llevado a muchos vecinos a llamar esta zona como la 'Trapería chica', en referencia a la céntrica Trapería.

Una vez rehabilitadas las fachadas y cubiertas, el Ayuntamiento abrirá la ermita a todos los murcianos, constituyéndose como un nuevo centro de referencia para la cultura. Fotografía, música, escultura y arte sacro son algunas de las disciplinas que se mostrarán en ella y que se compaginarán con los cultos. En total se va a actuar sobre una superficie de 388 metros cuadrados repartidos en las dos fachadas y el plazo de ejecución será de tres meses.