Francisco, el hombre de 49 años que presuntamente mató a cuchilladas a su hermana en la pedanía murciana de Churra el lunes, se fue a oír misa en Cieza, indican fuentes cercanas a la investigación.

El presunto parricida pasaba ayer su segunda noche en el calabozo de la Jefatura de Policía Nacional, en la calle Ceballos de Murcia, donde horas después de ingresar el lunes era visitado por un médico. El sospechoso tendría problemas psiquiátricos, algo que presumiblemente estaría detrás del crimen. De ahí que la Policía no descarta que el juez de Guardia, ante el cual llevarán al acusado mañana, jueves, solicite a un facultativo un informe sobre el estado mental de Francisco, con el fin de dilucidar si es una persona inimputable.

El sospechoso vivía en la calle Arizona con su madre, y fue en este domicilio donde se produjeron los hechos, durante una de las visitas que la víctima solía hacer a su progenitora. Fue otra hermana del acusado y víctima la que daba la voz de alarma a Emergencias: su pariente había atacado con un cuchillo de cocina a la otra mujer, que se encontraba tendida en un charco de sangre, malherida. Cuando llegaron los sanitarios a la vivienda, la víctima estaba muerta. Su hermana ya dijo entonces que el autor del crimen había sido Francisco, que había escapado del lugar, por lo que la Policía activó el protocolo para dar con su paradero y proceder a su arresto. No se produjo como tal: el sospechoso se entregó.

Francisco se presentaba el mismo lunes por la noche en la Comandancia de la Guardia Civil, donde preguntó por un supuesto amigo suyo, cuyo nombre no conocían en las dependencias de la Benemérita. Fue en la conversación con los agentes de la puerta cuando, de pronto, el hombre soltó que acababa de matar a su hermana. Profesionales del Instituto Armado contactaron con la Policía Nacional, cuyos investigadores fueron a por este individuo, para trasladarlo a Comisaría.

Fuentes cercanas al caso apuntaron que el hombre admitió lo que había hecho y era consciente de haber acabado con la vida de su hermana, a falta de un informe médico que acredite hasta qué punto es responsable penalmente de ello. Vecinos y allegados calificaron a Francisco de «maniático».

La víctima, madre de familia de 47 años de edad, presentaba varias heridas por arma blanca en abdomen, tórax y cuello, que le causaron la muerte.