En el polígono de San Ginés se ubica el futuro campo de maniobras destinado al Cuerpo de Bomberos de Murcia, unas instalaciones que están ahora mismo en obras y en las que, cuando se acaben, se simularán «explanadas de fuego, incendios de sótanos o rescates en estructuras colapsadas», todo con «un elevado grado de realismo», explicó ayer el oficial de Bomberos de Murcia y jefe en funciones, Juan Manuel Bonilla.

Este profesional hizo las veces de guía en la visita que José Ballesta, alcalde de la capital de Región, realizó para ver los trabajos en un lugar que cuenta con10.000 metros cuadrados, y en el que destacan un autobús escolar y un autocar volcados. Los vehículos serán la materia prima para el trabajo de los bomberos que allí vayan. «El autobús lo volcaremos, lo pondremos invertido o de otra forma», dependiendo de la necesidad de la práctica en cuestión, subrayó el oficial.

Pedro Guirao, jefe del Servicio de Bomberos, también presente en la visita del regidor, comentó a LA OPINIÓN que las obras estarán terminadas en un mes, aunque luego quedan más cosas, como la evaluación de riesgos laborales, para la puesta en marcha. Se espera que para principios del año que viene esté en uso.

Preguntado por dónde hacen los bomberos ahora mismo sus prácticas, detalló que son en los mismos parques o fuera de la Región, con el gasto que eso conlleva. Contar con esta instalación en San Ginés compensará también a nivel económico.

El Ayuntamiento ha destinado una inyección de 845.478 euros a la construcción de este campo, indicaron fuentes municipales en un comunicado de prensa. Este proyecto hace casi una década que fue anunciado. Entonces era edil de Bomberos la popular Nuria Fuentes y alcalde Miguel Ángel Cámara. Por aquella época, las obras iban a costar alrededor de medio millón de euros.

En la visita guiada, el oficial Bonilla fue explicando al alcalde y su comitiva que «para poder seguir la evolución de las maniobras de forma segura, hay tres casetas y la torre de observación».

Se detuvo en detalla las características de la balsa de salvamento, que tiene «siete metros de profundidad, es casi un abismo», comentó. La idea es crear una balsa-piscina para prácticas de rescate acuático, intervenciones, las de sacar coches y personas, que, en su día a día, también hacen los bomberos.

Hay, ademas, una explanada de más de 2.015 metros cuadrados, donde se practicarán maniobras con fuego real. En el lugar hasta se ha recreado un tramo de autovía de doble sentido, de 40 metros de longitud. Falta hacer un edificio que simulará una planta química, con los riesgos que conlleva. Al llegar a los autobuses volcados, Juan Manuel Bonilla precisó que servirán para «operaciones de corte, perforación y levantamiento de cargas». Hay también dos tendidos de tranvía y líneas aéreas de media tensión.

Balsa de siete metros de profundidad, donde practicar rescates. Juan Carlos Caval

Al término de la visita, José Ballesta declaró a los medios que se está levantando «una auténtica escuela de Bomberos del Ayuntamiento, abierta a las prácticas de los profesionales que día a día cuidan de nuestra seguridad».

Manifestó que las instalaciones servirán para «simular todas las incidencias, tanto de catástrofes naturales como las provocadas por los seres humanos. Esta destrucción artificial valdrá a los bomberos para entrenarse cuando tengan que dejarse la piel en intervenciones de verdad.