El acueducto de la Rueda de La Ñora saldrá a la luz y podrá ser contemplado por los ciudadanos varios siglos después gracias al proyecto de recuperación del entorno que ha diseñado la Oficina de Huerta del Ayuntamiento de Murcia a través del arquitecto Antonio Abellán, natural de esta pedanía murciana.

La iniciativa, que se enmarca en el Plan de Acción de la Huerta, prevé actuar sobre un entorno natural y arqueológico de unos 4.500 metros cuadrados en el que se encuentra la Rueda de La Ñora, un elemento de la red de riego tradicional declarado BIC en 1982 y con seis siglos de antigüedad, tal y como apuntó ayer el alcalde de Murcia, José Ballesta, durante su presentación, un acto en el que estuvo acompañado por los concejales Antonio Navarro y Marco Antonio Hernández.

El objetivo del Consistorio con este proyecto, en el que se invertirán 400.000 euros y que tendrá un plazo de ejecución de ocho meses, es que todo el entorno de la Rueda sea un monumento a la huerta murciana. Para ello se crearán cinco jardines con especies autóctonas de ribera y se ha adquirido el vial de acceso de 1 kilómetro de longitud para convertirlo en una senda peatonal verde, tal y como adelantó el subdirector de Urbanismo, Jesús López.

Otro de los trabajos que se contemplan en el proyecto es la apertura de varias de las acequias que pasan por la zona y que actualmente están ocultas bajo la calzada. En este entorno discurren dos acequias a partir de la acequia Mayor de La Aljufía: la de la Churra La Vieja y la de Alfatego. El objetivo es poder integrarlas en las sendas verdes con cauces abiertos protegidos por vallas para que los paseantes puedan disfrutar de ellas.

El concejal Navarro Corchón insiste en la importancia de este espacio, uno de los cuatro pilares de la huerta de Murcia junto al entorno de la Contraparada, El Malecón y la zona de Monteagudo y Cabezo de Torres.

En el ámbito patrimonial está previsto crear un área de reserva arqueológica que posibilite la realización de excavaciones para conocer la parte de la Rueda que se encuentra enterrada y el itinerario de su acueducto, de unos 220 metros de longitud y una altura que varía entre los 7 y los 9 metros. Los arqueólogos encargados del proyecto, Luis García y Consuelo Martínez, explican a LA OPINIÓN que se hará una catalogación de todos los elementos, intentando sacar a la luz los que están ocultos trabajando en el margen izquierdo, aunque no se descarta adquirir los terrenos privados del margen derecho para garantizar la conservación del acueducto.

Quienes también mostraron su satisfacción por el proyecto de recuperación del entorno de la Rueda de La Ñora fueron el pedáneo, Jesús Aliaga, y el presidente de la Junta de Hacendados, Diego Frutos, quien destacó que la rueda siga funcionando permitiendo el riego de cotas más altas seis siglos después.