Conocidos como la cuna de la huerta de Murcia, en Javalí Nuevo se encuentra el complejo hidráulico de la Contraparada, de gran valor histórico y paisajístico: el nacimiento de la huerta. De aquí parten las acequias mayores y el complejo sistema de regadío que han hecho de Murcia lo que ha sido y lo que es. Los javalíneros tienen un fuerte sentido de pertenencia como pueblo, siempre han sido conscientes de la importancia que dicho pueblo tiene para el desarrollo del municipio de Murcia.

«Somos un pueblo singular en el entorno, nuestro núcleo de población es compacto, a diferencia de lo habitual en la huerta de Murcia», relata su alcaldesa pedánea, María Jesús Barquero. «No tenemos edificios de gran valor histórico, pero sí tenemos una iglesia de una belleza serena y sencilla, dos jardines y la plaza de la Ermita, donde se concentran los servicios municipales, un lugar de encuentro y convivencia. Un pueblo fluvial volcado en su huerta que invita a caminar y deleitarse en su entorno; con el río y las acequias dominándolo todo».

Además, Barquero cree que tienen «todas las ventajas y los inconvenientes de ser limítrofes con tres grandes municipios como son Alcantarilla, Torres de Cotillas y Molina de Segura». «Me gustaría aclarar que el hecho de ser pedanía del municipio de Murcia no nos limita para poder conseguir todas las aspiraciones que nuestro pueblo tiene».

Y es que, desde el inicio de su andadura, se propusieron gobernar teniendo como prioridad las aspiraciones de los vecinos, por lo que pusieron en marcha ‘Planes de Calidad’ anuales en los que se lleva a cabo una consulta popular sobre qué quieren y necesitan los vecinos en materia de mejoras. Por otra parte, con sus respuestas, se dibuja la hoja de ruta que se acomete con la lentitud que impone «el escaso presupuesto del que les dota el Ayuntamiento de Murcia». Así, se han mejorado infraestructuras del pueblo, abierto calles nuevas, dotado de alumbrado a las zonas que carecían de él, y acometido la recuperación de entornos degradados.

En lo referente a la pandemia, Javalí Nuevo ha descubierto que pertenecer a un núcleo pequeño de población les ha protegido frente a la expansión de la covid-19. Todos se conocen, están ligados por lazos familiares o de amistad, «por lo que sabían lo importante que era protegerse y proteger a los demás». Cuando no era obligatorio llevar mascarilla, fueron capaces de dotar a todos los habitantes del pueblo de ellas, confeccionadas por voluntarias que trabajaron sin descanso para proveer este sistema de seguridad y por hacer ver la importancia de llevarlas.

Y con una labor callada pero efectiva, totalmente solidaria, se ha dado ayuda a todo el que la necesitaba, nadie ha quedado desamparado. «Una muestra de que el núcleo pequeño ha dado lecciones al grande», asegura la pedánea.

En cuanto a las actuaciones, se han recuperado zonas del pueblo que estaban degradadas, y en estos momentos se está llevando a cabo la construcción de un nuevo consultorio médico, muy necesario para colmar las necesidades sanitarias de Javalí Nuevo.

«Uno de nuestros retos es demostrar que se puede ser pedanía de Murcia y no morir en el intento», afirma Barquero. «Para ello necesitamos grandes transformaciones: la rehabilitación de inmuebles que permita aumentar la oferta de viviendas para ocupar en el pueblo; el desarrollo del polígono industrial que tenemos al oeste; la ampliación del parque Contraparada; la recuperación de la huerta, o recuperar cotas de autogobierno. Por último, uno de los objetivos es conseguir un gran complejo deportivo, «del que carecemos y que necesitamos», sentencia Barquero.