Alrededor de medio centenar de vecinos del barrio murciano de San Antón, sobre todo mayores, se han vuelto a concentrar esta tarde, como hicieron el pasado viernes, para protagonizar una cacerolada de protesta en la calle Nueva de San Antón, donde se ubica un piso cedido a Cruz Roja donde guardan cuarentena varios migrantes llegados en patera hace dos fines de semana.

Coreaban 'No somos racistas' y quieren que sean trasladados a otra parte mientras son vigilados por una patrulla policial que mantiene el orden ante la mirada de los propios adultos de nacionalidad argelina asomados al balcón que fueron llevados a ese piso tras ver cómo en Los Nietos (Cartagena) les instaban también a marcharse.

Habían llegado en un grupo de pateras en el que 8 personas de algo más de un centenar dieron positivo en la enfermedad, de lo que nace el temor vecinal al contagio, aunque estos contra los que se dirigen dieron negativo tras serles realizadas las pruebas PCR.

En la jornada de hoy se estaba ultimando la desinfección del albergue del parque regional de El Valle-Carrascoy, dependiente del Gobierno murciano, para ponerlo a disposición del central con el fin de que pueda albergar en él a los migrantes llegados en patera que deban mantener 14 día de aislamiento hasta descartar que hayan sido contagiados.