Agentes del Grupo Especial de Seguridad Ciudadana (GESC) procedieron durante la mañana de ayer a la intervención de casi 200 kilogramos de pescado que estaban siendo vendidos de forma ambulante y sin autorización ni respetar las medidas mínimas necesarias de higiene y salubridad en el murciano barrio del Carmen.

Se detectó una furgoneta que vendía varios tipos de pescado y que estaba vertiendo agua a la calzada, ya que no contaba con cámara frigorífica de ningún tipo y conservaba el pescado mediante hielo. Los agentes dieron aviso a Consumo, que mandó al lugar de los hechos a una inspectora que determinó que el producto no era apto para el consumo humano, por lo que fue decomisado.

Se le instruyó pues una doble denuncia administrativa, la primera por la venta ambulante sin autorización y la segunda por verter suciedad a la vía pública.