Unas 200 personas se congregaban este viernes por la mañana a las puertas del Palacio de Justicia de Murcia para clamar por la "absolución" de los tres acusados de hacer destrozos en las vías, en el marco de las protestas por el soterramiento que tuvieron lugar en otoño de 2017 en Santiago el Mayor.

#SoterremosLaInjusticia, se leía en los carteles que portaban los presentes. Llevaban su reivindicación impresa en las camisetas, en las pancartas y, sobre todo, en el corazón. Entre los asistentes se encontraba el conocido sacerdote y activista Joaquín Sánchez, también en su momento muy concienciado con la reivindicación que se vivió en Santiago el Mayor. Los presentes llevaban mascarillas para protegerse de un eventual contagio de coronavirus y mostraron en todo momento actitud pacífica.

Dentro, en la sala de la Audiencia Provincial, abogados y Fiscalía trataban de alcanzar un acuerdo de conformidad. Finalmente, no la hubo. Habrá juicio, pero no se sabe cuándo. Calculan los abogados que puede pasar más de un año hasta que se fije una fecha.

Con aplausos y gritos de "absolución, absolución" recibían los concentrados a los tres jóvenes, a su salida del Palacio de Justicia, sin acuerdo bajo el brazo.

El Ministerio Público solicita penas que suman hasta 8 años de cárcel para los tres acusados de incendiar las vías y hacer destrozos en ellas durante una protesta para clamar por el soterramiento. La Fiscalía considera que estos tres chicos han de indemnizar a Adif y a Adelsa por los daños causados, con 56.323,19 y 77.427,37 euros por los daños.

Y estaría en el dinero, indican fuentes judiciales, el escollo que ha sido insalvable. Porque, en cuanto a la pena de prisión, (tres años entre rejas por desórdenes públicos y cinco más por un delito de daños por incendio), el fiscal podría llegar a reducirla para que los chicos no lleguen a pisar la cárcel.

Sostienen los chicos que ellos no fueron y prefieren ir a juicio para demostrar, aseguran, su inocencia. Aquella noche en cuestión, hace casi tres años, hubo muchos destrozos. Algunas personas lograron tirar parte del tramo de muro que ya se había levantado. Además, tiraron todo tipo de objetos a las vías, lo que obligó a cortar el paso ferroviario. La tensión fue en aumento. Ardieron contenedores. La Policía Nacional había montado un amplio despliegue para evitar incidentes, los cuales finalmente sí tuvieron lugar, con fuego en las vías.

Los acusados no niegan que aquello pasase, pero puntualizan que esa noche había bastante más gente allí, no solo ellos, a quienes se les imputan unos delitos con los que, consideran también sus vecinos, se busca «criminalizar» aquellas protestas en sí. Los chicos esperan ahora, en libertad, que se fije la fecha en la que puedan demostrar en el tribunal lo que, aseguran, son: inocentes.