Maniatado y con signos de violencia. Así estaba el cuerpo que fue encontrado la semana pasada en una nave abandonada de la localidad murciana de Puente Tocinos, informan fuentes cercanas al caso.

Los restos, en avanzado estado de descomposición, fueron llevados entonces al Instituto de Medicina Legal de Murcia, donde un examen más exhaustivo por parte del forense determinaba que sin lugar a dudas se trataba de una muerte violenta. Especialmente por el hecho de que las manos de esta persona se encontraban atadas.

El cuerpo, según se ha determinado, pertenece a un hombre. Ahora es tarea del Grupo de Homicidios de la Policía Nacional esclarecer el caso. Los resultados el informe del forense ya obran en poder de los investigadores, que, de momento, tienen como ‘testigo’ al escenario en el que apareció el cuerpo.

Por la manera de hallar los restos (que, dado su estado de putrefacción, podrían llevar en la nave meses), los investigadores no descartan que se trate de un ajuste de cuentas, indican fuentes cercanas al caso, que insisten en que se trata de una investigación que está empezando. La hipótesis del ajuste de cuenta, apuntan las mismas fuentes, cobra fuerza ante el hecho de que el varón fue inmovilizado para ser asesinado.

En un sitio abandonado

El día que apareció el cuerpo, la Policía Científica peinó el lugar, tanto el interior como el exterior de la nave, en busca de pistas que llevasen al descubrimiento de qué pasó en aquel lugar. También tratan de esclarecer si al hombre lo mataron en la nave o si fue en otro sitio y posteriormente trasladaron el cuerpo ahí, con ánimo de ocultarlo en un lugar que sabían que estaba abandonado. Los restos, no obstante, no se encontraban enterrados. El hedor que desprendían habría llamado la atención de vecinos, pero el cuerpo se encontraba en el interior de la nave, un lugar recubierto de pintadas en el que ya no trabaja nadie.

Hace dos meses, la Policía Nacional arrojaba luz en un caso parecido: un cadáver era encontrado prácticamente momificado debajo de un puente en La Alberca. Se trataba de un varón, con documentación encima, que llevaba mucho tiempo desaparecido. El cuerpo llevaba años en aquel lugar, sin que nadie se hubiese dado cuenta de que estaba. No obstante, no se trataba de un crimen, sino de un suicidio. Junto al cadáver se halló una pistola, el arma con la que el hombre, confirmaba la trayectoria, se habría quitado la vida.