Los hosteleros de Murcia han escenificado este viernes su malestar por las restricciones de ese ayuntamiento a la ampliación de terrazas entregándole de manera simbólica al alcalde, José Ballesta, las llaves de sus negocios, dada su inviabilidad.

Impulsado por la Federación de Empresarios de Hostelería y Turismo de la Región de Murcia (Hostemur), el acto pretendía denunciar el "abandono" al que les somete el ayuntamiento en esta fase de desescalada tras la crisis sanitaria del coronavirus.

En un comunicado, el presidente de Hostemur, Jesús Jiménez, ha lamentado que Ballesta ni siquiera ha accedido a reunirse con ellos y que el consistorio esté haciendo la "interpretación más restrictiva de toda España" para llevar a cabo esas ampliaciones de terrazas, que en la práctica están siendo inexistentes, lo que deja a los empresarios del sector "con la soga al cuello".

En las actuales circunstancias de limitación de aforos y de distancias de seguridad de dos metros entre personas, muchos negocios se encuentran "al borde del colapso" y ven "inviable" abrir con las condiciones actuales, por lo que la patronal ha exigido una mayor flexibilidad municipal con las terrazas para que puedan salir adelante.