El Pleno del Ayuntamiento de Murcia dio ayer luz verde a la delegación de competencias de la Comunidad Autónoma de la Región al Consistorio para la sustitución de cubiertas que contengan fibrocemento en centros escolares. El borrador de este decreto permitirá la retirada del amianto de los 36 colegios públicos del municipio -de los 116 que hay en total- que todavía cuentan con cubiertas de este material, ya que la normativa europea insta a retirarlo de todos los edificios públicos para 2032, dado su efecto nocivo sobre la salud. Puedes consultar aquí el listado de colegios

Este plan establece dos fases. Durante la primera, que durará cuatro años, se retirará el fibrocemento de veinte colegios, los más afectados, quedando otros dieciséis para más adelante, a partir de 2024.

No obstante, la concejala de Educación señaló que «a pesar del calendario previsto, el objetivo es acortar la actuación en el tiempo y agilizar los trabajos para concluir lo antes posible».

La financiación de la redacción del proyecto y posterior ejecución de las obras de retirada y sustitución de las cubiertas de los centros afectados se realizará con cargo a dotaciones presupuestarias de la Consejería de Educación y Cultura de la Comunidad Autónoma por una cantidad de 1.789.300 euros.

Concretamente, los importes por anualidades serán de: 2020 (265.700 euros), 2021 (550.000 euros), 2022 (500.000 euros) y 2023 (473.600 euros).

Malestar en Ciudadanos

Esta actuación es fruto del trabajo coordinado entre las Concejalías de Educación y Escuelas Infantiles, responsable del mantenimiento de las infraestructuras de los centros educativos, y la de Pedanías y Barrios, que a través del servicio de Descentralización se encarga de la ejecución de las obras.

Sin embargo, el primer teniente de alcalde y concejal de Fomento, Mario Gómez Figal, quiso mostrar su rechazo a que su departamento no haya sido el encargado de desarrollar esta acción y llegó a acusar al PP, responsable de las dos carteras de Educación y de Pedanías, de querer «gobernar solos» y no saber hacerlo en coalición.

Excepto el PP, el resto de grupos mostraron su sorpresa por ese hecho y consideraron que las actuaciones deberían quedar en manos del concejal naranja.

El alcalde, José Ballesta, zanjó la discusión recordando que es él mismo quien tiene la potestad de delegar las competencias entre los concejales, advirtiendo que seguirá «por el camino de la templanza», con «paciencia, prudencia y perseverancia».