Un paciente al que perdieron su audífono cuando se encontraba ingresado en el hospital Virgen de la Arrixacay que sus familiares le habían colocado para que pudiera comunicarse con los facultativos tiene derecho a percibir los 1.200 euros que reclamó por la vía de la responsabilidad patrimonial de la administración.

Así se recoge en el dictamen que, a instancias de la consejería de Salud ha emitido el Consejo Jurídico de la Región de Murcia (CJRM).

El informe señala que a lo largo de la instrucción del expediente se llegó a la conclusión de que la pérdida debió producirse con ocasión del cambio de sábanas de la cama en la que se encontraba, en la Unidad de Cuidados Intensivos (UCI) de dicho centro hospitalario.

Añade este órgano consultivo que, debido a que se encontraba en dicha unidad, el acceso de los familiares estaba restringido, por lo que la responsabilidad de cuidar de los enseres del enfermo correspondía al personal del hospital.

Los familiares, en su reclamación, expusieron que el audífono le fue colocado el 24 de noviembre de 2018 y que al regresar al día siguiente observaron que no lo llevaba puesto y que se había perdido.