El juzgado de instrucción de Murcia que tiene encomendado el control jurisdiccional del Centro de Internamiento de Extranjeros (CIE) de Sangonera ha reducido su capacidad a la mitad como medida de prevención para evitar el riesgo de contagio del coronavirus.

El auto, al que ha tenido acceso EFE, indica que la capacidad máxima será de 46 plazas, frente a las 90 que eran admitidas hasta ahora, aunque añade que lo aconsejable sería no pasar de 23.

La resolución judicial recuerda que por un auto de octubre de 2018 se recomendó no pasar de 90, al tener en cuenta el espacio disponible, la plantilla del centro, las medidas de seguridad necesarias y otras circunstancias.

El juzgado de instrucción afirma que la reducción de las plazas se ha decidido dada la situación planteada por el contagio de la Covid-19, que exige extremar las medidas para luchar contra esta pandemia.

El auto indica también que, aunque en la actualidad y desde hace unas semanas, el CIE está clausurado tras la puesta en libertad de todos sus internos debido a la declaración del estado de alarma por el coronavirus, no se descarta que puedan entrar en territorio nacional extranjeros en situación irregular.

Por ello, concluye, se hace aconsejable acordar la reducción de plazas en previsión de que se tenga que reabrirlo si, pese al cierre de fronteras decidido a raíz del estado de alarma, se producen esas llegadas.