En la noche de ayer, agentes de la Policía Local de Murcia se vieron obligados a cerrar y precintar un bar de la pedanía murciana de Nonduermas que, pese a la estricta prohibición de apertura impuesta por el estado de alarma, celebraba una fiesta de cumpleaños con doce personas en su interior.

Según precisan fuentes cercanas al caso, a la dueña del establecimiento se le impuso una sanción de más de 10.000 euros por "organización o participación en festejos" con las circunstancias de "nivel de riesgo elevado". Al resto de docenas de personas que fueron 'cazadas' en plena celebración también se les ha impuesto una multa, aunque no ha trascendido la cuantía de la misma.