Una marea morada en forma de camisetas, pañuelos y pancartas inundó el centro de Murcia durante la tarde de ayer con motivo de la segunda manifestación feminista de la jornada. La marcha reivindicativa, que partió desde la plaza de la Fuensanta con más de media hora de retraso, estuvo encabezada por una pancarta en la que se podía leer: 'Feministas Diversas ¡En Pie! Contra el Patriarcado y su explotación', tras ella, una representación de mujeres de diversos colectivos entre las que se encontraba Marian Bosualen, en representación de las mujeres musulmanas para «que se sepa que nosotras también sufrimos opresión y que estamos luchando», explicaba.

Entre el grupo también había mujeres transgénero, que lanzaron una iniciativa espontánea en la que invitaban a otras compañeras a portar un pañuelo de color rosa en sus brazos en apoyo al colectivo.

Otra de las pancartas pertenecía a la asociación Cats, que lucha por los derechos de las trabajadoras sexuales, tal y como explicó una de sus miembros, Laura Martínez. En la marcha reivindicativa también estuvieron representadas las estudiantes que sostenían un gran cartel donde reclamaban el fin del «patriarcado».

Además de los colectivos y asociaciones que encabezaban la manifestación, miles de mujeres acudieron para abogar por la igualdad de manera independiente, como Isabel Martínez, que acudió a la cita en la plaza de la Fuensanta para «poder ir tranquila cuando vuelvo a casa por la noche». También María La Torre, que insistía en que «a pesar de haber avanzado, queda mucho por hacer».

A su vez, otras que pretender abolir la «mala fama» de la palabra feminismo, como Sara Rubio, que portaba un cartel en el que explicaba que 'Feminismo es sinónimo de igualdad', insistiendo en que «aún hay personas que piensan que el feminismo busca la supremacía de la mujer, cuando no es así».

La marcha reivindiativa recorrió la Gran Vía hasta llegar hasta la Alameda de Colón, donde se procedió a la lectura del manifiesto que puso la guinda al evento que pretendía que «todas las mujeres se sintieran representadas» y consiguió movilizar a las murcianas «en busca de una igualdad real independientemente de su condición» en una jornada en la que se celebraron dos manifestaciones y un evento deportivo.