Parecía que la reunión que el alcalde de Murcia, José Ballesta, y el portavoz de Cs y primer teniente de alcalde, Mario Gómez, mantuvieron el jueves iba a servir para calmar los ánimos sobre el enfrentamiento de los dos socios de Gobierno por el proyecto de reordenación de las terrazas de Alfonso X. Nada más lejos de la realidad.

Alfonso X se ha convertido por tercera semana consecutiva en el debate central de la reunión de la Junta de Gobierno y ayer, tras este encuentro, los concejales de Vía Pública, Juan Fernando Hernández (Cs), y de Movilidad Sostenible, Rebeca Pérez (PP), escenificaron durante más de media hora ante el micrófono sus diferencias, rebatiéndose el uno al otro y cogiendo la palabra para intervenir más de una decena de veces.

Ante la negativa de los populares a apoyarles, Vía Pública aprobó el lunes por decreto el proyecto elaborado por los técnicos de su servicio, a lo que el alcalde contestó un día después revocando el decreto y anunciando la puesta en marcha de un proceso participativo con vecinos, comerciantes y hosteleros.

Esta decisión de Ballesta llevó al portavoz naranja, Mario Gómez, a asegurar que se estaba tensando demasiado la cuerda y la reunión del jueves no ha servido para destensarla. Tal es así que Gómez apareció ayer tras la Junta de Gobierno ante los medios y pidió al alcalde que deje en suspenso el decreto de revocación, ya que en él llega a afirmar que el concejal de Cs se había extralimitado en sus funciones y «esto es falso, no estamos de acuerdo y lo desmentimos».

El portavoz de Ciudadanos dice querer mantener el pacto de gobierno, «aunque no se está cumpliendo», por lo que pide al alcalde que suspenda la revocación «para no generar más tensión».

Pérez liderará el proyecto

La negativa del concejal de Vía Pública para liderar el proceso participativo y de exposición pública del proyecto, al considerar éste que está bien redactado por sus técnicos y que ya se sometió a exposición pública la remodelación del entorno, ha llevado a Ballesta a delegar esta competencia en Rebeca Pérez.

La concejala de Movilidad, que ayer tendió la mano a su compañero de Ciudadanos para colaborar en la iniciativa, dijo que «una cuestión menor no debe poner en peligro el pacto de gobernabilidad» e insistió en que la semana pasada la reordenación de Alfonso X no se envió de forma correcta a la Junta de Gobierno por el servicio correspondiente, negando que «haya una mano negra» que no quiere que salga adelante.

Ante la exposición de la edil del PP el concejal Juan Fernando Hernández asegura que el decreto del alcalde no se puede aplicar sin modificar previamente la ordenanza municipal, ya que Alfonso X no está considerado un espacio singular de la ciudad, «por lo que sería necesario anexarlo para poder impulsar este plan». Al tiempo que avisó al Consistorio de que de persistir en esta postura «se arriesga a que el titular de algún comercio se presente en el juzgado y les denuncie».

Pérez insistió en que el servicio de Calidad Urbana alertó de que se habían proyectado mesas entre bancos y cerca de los accesos al aparcamiento, a lo que el edil de Cs respondió que «el informe de Vía Pública me parece decente y no comparto que se enfrente a los servicios de este Ayuntamiento». Diferencias que lejos de resolverse parecen aumentar día a día.