La Guardia Civil de la Región de Murcia ha desarrollado la operación 'WITCHPLACE', una investigación enmarcada en los servicios de prevención y persecución del tráfico de drogas, que se ha saldado con la desarticulación de una organización criminal integrada por seis personas, presuntamente dedicada al cultivo de plantas de cannabis sativa que producían en un invernadero oculto en una vivienda y que distribuían en un sofisticado búnker, ambos establecidos en dos viviendas ocupadas, situadas en la pedanía murciana de Llano de Brujas.

En los dos registros practicados de forma simultánea han sido incautadas más de 250 plantas de marihuana, varias rocas de cocaína de gran pureza, cogollos de marihuana embolsados y los útiles necesarios para su cultivo y dosificación, un arma larga simulada y dinero en efectivo.

La investigación se inició en diciembre del pasado año, cuando la Guardia Civil constató un importante trasiego de personas, principalmente toxicómanas, en los aledaños de dos viviendas ocupadas de forma ilegal, ubicadas en la pedanía murciana de Llano de Brujas.

La Benemérita estableció numerosos operativos de vigilancia, lo que permitió conocer que uno de estos inmuebles, que se mantenía activo las veinticuatro horas del día, era el destinado a la distribución al menudeo de distintos tipos de sustancias estupefacientes.

Las consecuencias sobre la seguridad ciudadana en las poblaciones cercanas se hicieron evidentes, al sucederse distintas riñas en la zona, así como pequeños delitos presuntamente cometidos por consumidores de sustancias tóxicas que no contaban con suficiente efectivo para comprar sus dosis.

La Guardia Civil estableció una primera línea de investigación que dio sus frutos con la identificación de uno de los cabecillas que organizaba las distintas tareas delictivas que, al parecer, se iniciaron con la ocupación ilegal de las dos viviendas donde establecieron los invernaderos intensivos de marihuana y el punto de venta de droga al menudeo.

Los agentes fueron identificando al grupo de personas vinculadas con este primer sospechoso, la mayoría de ellas con un abultado historial delictivo, cuya amplia experiencia les hacía mantener férreas medidas de seguridad y de los que, además, se conocía que no dudaban en emplear la violencia contra las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad.

Los indicios obtenidos por los investigadores fueron puestos en conocimiento del titular del Juzgado de Instrucción número 8 de Murcia quien otorgó los correspondientes mandamientos de entrada y registro en las viviendas vigiladas.

Recientemente, en un amplio dispositivo policial, la Guardia Civil llevó a cabo la entrada y registro simultáneo en los dos inmuebles, sitos en la pedanía murciana de Llano de Brujas, donde se produjo la detención de los seis integrantes del grupo criminal investigado.

Se trata de cuatro varones y dos mujeres, de nacionalidad española, con edades comprendidas entre los 19 y los 40 años, a los que se les atribuye la presunta autoría de los delitos de cultivo, elaboración y tráfico de droga y de pertenencia a organización criminal.

El examen de los inmuebles permitió confirmar las sospechas de los investigadores al constatar cómo los arrestados habían establecido un complejo formado por dos viviendas, una de ellas destinada al cultivo 'indoor' de marihuana, donde fueron incautadas más de 250 plantas de cannabis sativa, toda la aparatología necesaria para su cultivo y dosificación, un arma larga de fuego simulada y dinero en efectivo. Esta vivienda, además, contaba con varios dobles fondos donde esconder la droga y era utilizada como alojamiento por algunos de los miembros del grupo criminal.

Un búnker para dar seguridad a las ventas de droga

El segundo inmueble era utilizado para llevar a cabo la venta de las sustancias estupefacientes, para ello, habían hecho una serie de reformas hasta convertirlo en un lugar extremadamente seguro, transformándolo en un búnker especialmente diseñado para el tráfico de drogas, al que sus 'clientes' podían acceder de forma discreta y segura.

Las paredes del habitáculo habían sido reforzadas con hormigón armado de más de 40 cm de grosor y su acceso se limitaba a una única entrada, a través de una puerta blindada de unos 12 cm de metal macizo, anclada con seis piezas al hormigón, que contaba con una mirilla que cumplía una doble función, la de vigilar los exteriores de la vivienda y con la amplitud suficiente como para hacer los pases de droga sin tener que abrirla.

El recinto disponía de un sistema de video-vigilancia con microcámaras distribuidas alrededor de la fachada, perfectamente camufladas, para advertir la presencia policial y deshacerse de la droga en caso necesario, así como para detectar la incursión de posibles bandas rivales, dedicadas al 'vuelco' de droga.

Durante la entrada y registro al búnker, mientras los agentes abrían la puerta blindada, escucharon el ruido ininterrumpido de una cisterna que evacuaba una gran cantidad de agua.

Una tubería especialmente instalada para deshacerse de la droga

Una vez en su interior, los investigadores localizaron un sofisticado sistema de desagüe especialmente diseñado para deshacerse de la droga, que consistía en dos depósitos de agua que, accionados mediante palanca, vertían agua a una tubería que atravesaba el búnker hasta conectar con la red del alcantarillado público.

El guía canino especialista en detección de drogas, presente durante el registro, alertó de la señal de su perro que, insistentemente, marcaba la apertura de la tubería por donde los sospechosos, según su olfato, habían lanzado la droga.

Técnicos de la empresa Aguas de Murcia colaboraron con la Benemérita, gracias a lo cual y mediante la introducción de una sonda con cámara, se localizaron billetes de curso legal, cocaína, marihuana e incluso una báscula de precisión, todo lo cual había quedado atrapado en el interior de la tubería.

La Guardia Civil levantó la gruesa capa de hormigón y accedió al lugar donde se habían observado los restos de dinero y sustancias estupefacientes, hasta extraer varias rocas de cocaína pura aun sin disolver, una bolsa de plástico con cocaína disuelta en agua, varias bolsas llenas de cogollos de marihuana, dinero en efectivo y una báscula de pequeñas dimensiones.

La operación 'WITCHPLACE' ha culminado con la desarticulación de un peligroso grupo criminal, formado por seis personas que habían establecido en dos viviendas de la pedanía murciana de Llano de Brujas, un punto de cultivo, elaboración y venta de droga al menudeo, que han sido detenidas como presuntas autoras de los delitos de cultivo, elaboración y tráfico de droga y de pertenencia a organización criminal.

En los dos registros practicados de forma simultánea han sido incautadas 250 plantas de marihuana, varias rocas de cocaína de gran pureza, cogollos de marihuana embolsados y los útiles necesarios para su cultivo y dosificación, un arma larga simulada y dinero en efectivo.

Las diligencias y detenidos fueron puestos a disposición del Juzgado de guardia de Murcia.