La defensa de las tres hermanas estadounidenses que denunciaron ser violadas en Nochevieja ha presentado en el juzgado instructor el escrito con las preguntas que deben hacerse en caso de que pudiera ratificarse la denuncia por videoconferencia, y en la que se les interpela sobre si están recibiendo algún tratamiento por esos hechos.

El escrito, que acaba de ser notificado a las partes, responde al auto del pasado 18 de febrero, en el que el juzgado acordaba enviar comisiones rogatorias a los lugares de residencia de las denunciantes.

Además, pedía que presentaran las preguntas que consideraran pertinentes hacerles para el caso de que finalmente la videoconferencia no pudiera llevarse a cabo.

El escrito del letrado defensor de las norteamericanas, Mariano Bo, pide que se les pregunte si se ratifican en la denuncia que presentaron ante la Jefatura Superior de Policía de Murcia y si sufrieron abusos sexuales, rogándoles también que los expliquen.

Finalmente, les pide que contesten a la pregunta de, si como consecuencia de los hechos denunciados, están siendo sometidas a "tratamiento en su país de residencia y de qué tipo".

A una de ellas, además, se le pide que diga si ratifica el reconocimiento fotográfico que realizó cuando presentó la denuncia y las manifestaciones hechas ante la Unidad de Delitos Sexuales de la Policía de Viena.

Por su parte, el abogado defensor de los tres jóvenes afganos, Melecio Castaño, ha informado al juzgado que no presentará pregunta alguna, al estar en contra de esa disposición del auto judicial.

En concreto, apunta que, si se diera el caso de que una de ellas respondiera de una manera insatisfactoria a la pregunta formulada por escrito, porque cuenta con pruebas que podrían contradecir sus afirmaciones, "no le podríamos poner de manifiesto a la deponente dicha contradicción ni se le podrían pedir concreciones, matizaciones o aclaraciones".

Para el letrado, la fórmula elegida por el juzgado de instrucción que investiga los hechos cercena el derecho de defensa.