La familia de la mujer de 49 años que falleció el pasado viernes durante una operación de corazón en el hospital Virgen de la Arrixaca en El Palmar ha decidido manifestarse en la puerta del centro sanitario por lo que consideran un caso de negligencia médica. Los familiares protagonizaron un incidente aquella noche en el que fueron acusados de causar importantes destrozos en el interior del hospital y proferir amenazas a los sanitarios además de agredir a un cirujano, aunque ellos niegan ésto último.

Los familiares creen que hubo una negligencia médica, de hecho afirman que una de las enfermeras les reconoció que había ocurrido un "error" relacionado con "un cable que lleva muy pegado al corazón". Asimismo admiten que rompieron "dos cristaleras y un cuadro", de los que están dispuestos a hacerse cargo, debido a los nervios del momento, pero niegan haber agredido en ningún momento al personal médico.

El Colegio de Médicos de la Región de Murcia afirmaba al día siguiente, en un comunicado de prensa en el que condenaba los hechos, que "la familia de la fallecida amenazó e insultó a los profesionales, causaron destrozos en el mobiliario del hospital y agredieron físicamente al cirujano". El viernes la Policía Nacional se veía obligada a intervenir y movilizar numerosos efectivos a la zona después de la escalada de tensión en la que participaron decenas de familiares de la fallecida, abuela de muchos de ellos.

Cuando los médicos salieron para comunicar a la familia el desenlace, la impresión de saber que su abuela había muerto desencadenó la situación, según relataron varios testigos de lo sucedido, que afirmaban que los familiares de la difunta comenzaron a romper cosas, especialmente cristaleras, vitrinas de información. La zona en la que se hicieron los destrozos es el pasillo de la Unidad de Cuidados Intensivos (UCI), que fue limpiado de cristales a los pocos minutos y continuó funcionando.

Los agentes desplegados a la zona, efectivos de la Unidad de Prevención y Reacción (UPR) de la Policía Nacional, así como agentes del grupo de atención al ciudadano, identificaron a alrededor de una decena de personas, pero no se produjo ninguna detención.