Un simple trámite burocrático ha impedido que las máquinas estén ya trabajando en la Cárcel Vieja de Murcia, edificio que será recuperado por el Ayuntamiento de Murcia para convertirlo en un centro cultural abierto a los ciudadanos casi cuarenta años después de que cerrara sus puertas como prisión provincial en 1981. Está previsto que las obras puedan arrancar el próximo mes de marzo, dos meses después de lo previsto, aunque el motivo es meramente administrativo, ya que la Concejalía de Gestión Económica debe autorizar la incorporación de crédito que había previsto para 2019 al ejercicio 2020 y hacer el cambio de anualidad, tal y como explica a LA OPINIÓN la concejala de Movilidad Sostenible, Rebeca Pérez.

«Esta incorporación de crédito se producirá en los próximos días, tras lo que el proyecto recibirá la aprobación definitiva en Junta de Gobierno y la empresa presentará los avales para poder iniciar los trabajos», indica la edil, quien calcula que todo este proceso sólo se llevará unas semanas.

La empresa encargada de dar una nueva vida a la Cárcel Vieja de Murcia es Orthem SAU en unión con Wenceslao García, Pinturas y Decoración, quienes dispondrán de un plazo de un año para poner sobre el terreno el proyecto diseñado por el equipo de arquitectos del estudio IH Arquitectos de Murcia, que en octubre de 2017 ganó el concurso convocado por el Consistorio con la propuesta 'Muros etéreos'.

Las obras que arrancarán en marzo suponen la primera fase de la recuperación de este emblemático edificio que cuenta con una superficie total construida de 1.322 metros cuadrados.

Rehabilitación de celdas

El proyecto 'Muros etéreos' trata de abrir la Cárcel Vieja a la ciudad y conectar el antiguo edificio con los ciudadanos recuperando el inmueble y sus muros adyacentes. El socio fundador del estudio IH Arquitectos Manuel Hernández indica que una de las alas de la prisión estará dedicadas a los presos que pasaron por ella. La propuesta incluye una zona de memoria histórica donde se mantendrán rehabilitadas algunas de las celdas existentes.

El edificio principal se destinará a oficinas y una cafetería, mientras que en el resto del espacio habrá una sala de exposiciones polivalente y un auditorio interior. La cubierta será demolida debido a su mal estado y en la parte trasera se levantará una primera planta en vidrio para otros usos culturales.