El hotel Arco de San Juan de Murcia cerrará sus puertas este mes. La empresa propietaria, la familia del Marqués de Mondéjar, aduce «dificultades que ralentizan el negocio» para justificar el cierre del establecimiento, que abrió sus puertas hace 30 años, y ha comunicado a los trabajadores de la plantilla que serán despedidos al terminar febrero. El inmueble está valorado en unos once millones de euros.

Los propietarios llevaban varios años tratando de encontrar comprador, pero nadie ha aceptado el precio que pedían, por lo que han decidido echar el cierre para poner a la venta el hotel ya sin personal. El inmueble está calificado por el Ayuntamiento de Murcia como residencial y hotelero, por lo que no se descarta que pudiera ser remodelado para albegar apartamentos turísticos.

El Arco de San Juan había sido inicialmente un hotel de cuatro estrellas, pero hace algunos años renunció a una de ellas para tratar de conseguir más clientes con tres estrellas. Sin embargo, no ha llegado a lograr el volumen de negocio para mantenerse y según fuentes consultadas por esta redacción, estaba arrojando unas pérdidas de más de 30.000 euros al mes.

La empresa difundió este martes un comunicado en el que habla de «diversas dificultades y situaciones que han propiciado una ralentización económica en el negocio» .

El edificio que ocupa el Arco de San Juan tiene una larga historia, dado que el anterior marqués de Mondéjar ya fallecido, Nicolás Cotoner y Cotoner, mantuvo una estrecha relación con el rey emérito, Juan Carlos I, al haberse encargado de su formación cuando llegó a España siendo príncipe. Fue también el primer jefe de la Casa del Príncipe y de la Casa Real.

Por eso, durante su estancia en la Academia General del Aire de San Javier, cuando estaba de permiso, el monarca se alojaba en la vivienda que tenía el marqués en la plaza Ceballos.