El Ayuntamiento de Murcia tendrá que indemnizar a una vecina del barrio de Santa Eulalia por los ruidos de los bares que ha tenido que soportar durante más de 30 años. El Tribunal Supremo le ha dado la razón y no ha adminitido a trámite por falta de fundamento el recurso presentado por el Consistorio contra la sentencia del TSJ de Murcia que establecía que Fina García debía ser indemnizada con 50.000 euros.

García dice a LA OPINIÓN sentirse satisfecha por este resultado y critica "la falta de sensibilidad" del Ayuntamiento de Murcia, que "pese a los más de treinta años de denuncias, ha hecho oídos sordos" ante esta situación.

La lucha que empezaron sus padres hace tres décadas la heredó ella, quien ha seguido insistiendo en el problema que ha supuesto para su salud el no poder dormir noche tras noche.

"Mi lucha de estos 30 años contra el Ayuntamiento ha sido por poder dormir", reconoce la afectada, quien recuerda que ya en 2007 convocó una protesta vecinal contra el ruido que sufría y "llegamos a demostrar que muchos de los bares de la zona estaban funcionando sin licencia, uno de ellos el que yo tenía debajo de casa, que abrió sus puertas durante 18 años sin tener los permisos necesarios", tal y como explicó tras la sentencia del TSJ.

Fina García, enfermera jubilada, recuerda que durante su vida laboral tenían que levantarse a las siete de la mañana para entrar a trabajar y que "muchos días llegaba sin haber dormido" o aprovechaba y se acostaba temprano para dormir tres o cuatro horas antes de que abrieran los locales, ya que "la música y las vibraciones se escuchaban en casa, un cuarto piso, y cuando llegaba la hora del cierre los clientes seguían la fiesta en la calle sin que la Policía hiciera nada por impedirlo". "Me he pasado toda la vida sin descansar", afirma, al tiempo que culpa al Consistorio y a los agentes de la Policía de "no haber hecho nada".