El sonido del repique de las campanas de la Catedral anunciaba ayer la fiesta del patrón de la Diócesis de Cartagena, San Fulgencio. A las 11.00 horas tuvo lugar la procesión con la urna de plata que contiene las reliquias del patrón por el interior de la Catedral. Como es tradición, la urna fue portada a hombros por los diáconos y el obispo de Cartagena, su obispo auxiliar y el arzobispo emérito de Burgos, junto a medio centenar de sacerdotes, acompañaron las reliquias durante la procesión. Al regresar al presbiterio comenzó la misa por el rito hispano-mozárabe.

Al finalizar la misa, continuó la celebración de San Fulgencio con el reparto de unos 400 kilos de boniato dulce y mistela, como ya es tradición, recordando el postre con el que antiguamente se celebraba la fiesta de San Fulgencio en el seminario que lleva su nombre y que desde hace más de dos décadas se sirve en este día.