El acusado de acuchillar hasta la muerte a un joven en Murcia en Año Nuevo y los tres presuntos violadores de Santa Eulalia ya están en el Juzgado de Guardia. Han sido llevados por agentes de la Policía Nacional, Cuerpo que investiga ambos casos, a la Ciudad de la Justicia de Murcia. La titular del Juzgado de Instrucción Nº 9 de Murcia decidirá el destino de los cuatro sospechosos, protagonistas de los sucesos que más han indignado a la opinión pública nada más arrancar el año 2020.

«Destrozado». Así se encuentra Cristian Macías, amigo íntimo de Gabriel, el joven militar que perdía la vida en Año Nuevo tras ser apuñalado en una discoteca de Murcia. Gabriel, víctima del primer crimen del año en la Región, fue acuchillado por su agresor en la pista de baile del local de Atalayas donde se encontraba dando la bienvenida al recién llegado año 2020. Y Cristian estaba allí con su amigo.

«Yo en la vida había visto a ese tío, aunque esa noche podía haber pasado mil veces delante de él», comenta el testigo a LA OPINIÓN, horas después del funeral del joven. Fue Cristian el amigo que sacó a Gabriel al exterior del establecimiento, donde ya el herido perdió el sentido. Una ambulancia lo trasladó aún con vida al Reina Sofía de Murcia, hospital en el que fue operado, aunque, debido a la gravedad de las lesiones, finalmente falleció. Hoy Carlos, el presunto autor de las cuchilladas, se sienta delante de la jueza. La Policía ha esperado las 72 horas máximas para llevarlo al juzgado.

Y luego están los presuntos violadores, que tratan de desacreditar a sus víctimas alegando que cómo es posible que se produjesen dos violaciones a la vez en dos viviendas distintas. Admiten que conocieron a las chicas en un pub y haber estado con ellas, pero insisten en que no las agredieron sexualmente. Es lo que de momento dicen los detenidos por la violación de tres hermanas estadounidenses en Nochevieja en Murcia, según indican fuentes cercanas al caso.

Los presuntos violadores tienen entre 20 y 25 años de edad y dos de ellos cuentan con asilo político en España (los tres son originarios de Afganistán). El hecho de que tengan asilo no es algo que vaya a entorpecer la investigación, explican fuentes policiales. Como tampoco supone un problema el hecho de que las víctimas se encuentren en estos momentos fuera de España. La Policía los repartió por varias comisarías. Hoy dormirán en la cárcel o en libertad.