Víctima y presunta agresora comparecía ante la titular del Juzgado de Lo Penal Nº 2 de Murcia. La mujer acababa delante de la jueza después de haber sido detenida por dar una paliza a su novio, que sufre una minusvalía. Pero, tras comparecer en la Ciudad de la Justicia, salió libre. Y sin cargos.

Según denunció el hombre en su momento, él sufrió una agresión dentro de un coche, a manos de la que era su novia, por un tema de celos: ella vio fotos de otras mujeres en su móvil y lo atacó, dijo. Hasta que pudo escaparse, irse del coche y pedir ayuda en un centro sanitario, donde, además de curarle las heridas, le hicieron el parte de lesiones que luego presentó, para denunciar a la mujer ante la Policía Nacional. La supuesta agresora estuvo dos noches durmiendo en el calabozo, hasta que la llevaron al Juzgado de Guardia. De ahí, libre, pero con cargos y la prohibición de aproximarse al hombre, que, además, tiene una enfermedad degenerativa.

La mujer entonces denunció al hombre. Dijo que la había coaccionado. Así las cosas, con denuncias cruzadas, la Fiscalía llegó a pedir para esta mujer seis meses de cárcel por un delito de malos tratos en el ámbito familiar, o seis meses más para el varón, por coacciones.

Y ninguno de los dos quiso declarar en sede judicial. Ambos se acogieron a su derecho a no hacerlo. La jueza considera, en su auto, que "no existen pruebas suficientes que permitan desvirtuar la presunción de inocencia que ampara a los acusados, procediendo a declarar su absolución". La sentencia es firme y contra ella no cabe ya recurso alguno.