Pedro y Mª Trinidad, los vecinos encontrados muertos en su casa de Sangonera, fueron apuñalados. Ella llevaba varias cuchilladas. A él le cortaron el cuello. Así se desprende de los primeros resultados de la autopsia. El caso se encuentra bajo secreto de sumario y, por el momento, la Guardia Civil no ha efectuado detenciones, aunque mantiene abierta la investigación y trata de localizar a uno de los hijos del matrimonio.

Este martes por la mañana, agentes de la Benemérita comenzaban con una intensiva inspección ocular en el domicilio en el que aparecieron los cadáveres. Inspección ocular, en la que participaron expertos llegados expresamente de Madrid, que continuó por la tarde.

Fue una vecina que solía ir a diario a ver a la pareja la que dio la voz de alarma. Esta señora se encontró la puerta abierta, entró en la vivienda (un bajo) y vio que estaba todo revuelto y en una de las habitaciones los dos cuerpos.

Después de la preceptiva autorización judicial, y el levantamiento de los cadáveres, los restos mortales de ambos ancianos fueron trasladados al Instituto de Medicina Legal de Murcia, para practicarles la autopsia que confirme la causa de las muertes. Aunque las evidencias eran claras: ambos miembros de la pareja presentaban heridas punzantes, efectuadas presumiblemente con un arma blanca que ayer seguían buscando los investigadores.

En cuanto al estado de la vivienda, fuentes próximas apuntaron que, al entrar, los investigadores se encontraron con que la escaloya de los techos estaba levantada, por lo que sospechan que la persona que asaltó la casa estaba buscando algo expresamente. Algo que no se sabe lo que es, y tampoco se sabe si dio con él. Los vecinos lo tienen claro: se trataría de dinero. Y es que Pedro y Mª Trinidad «son gente antigua», apunta a este diario José, residente de toda la vida de la misma calle, que sigue hablando en presente de la pareja asesinada.

La única hipótesis que se descarta, dejaba claro ayer el delegado del Gobierno en Murcia, Francisco Jiménez, es la de la violencia machista. Pedro no mató a su esposa: ambos fueron víctimas de un asesino (o de varios) y la Policía Judicial estrecha el cerco para localizarlo y detenerlo.

Los investigadores siguen tratando de dar con Antonio, uno de los tres hijos de la pareja, del que no se sabe nada desde hace meses. De hecho, había dictada contra él una orden de busca y captura, puesto que no volvió a la cárcel, donde cumple el tercer grado. Antonio tiene un historial que incluye vandalismo, problemas con las drogas y, según los vecinos de Sangonera, agresiones a su propio progenitor.

«Estábamos tomando el fresco una noche, vino a pedirle perras (a su padre) y lo lisió», asegura José, que fue testigo de aquello. Opina, no obstante, que Antonio es «una marioneta» en manos de su marido. Pedro, el padre, «les pagó la boda», relata este vecino, que cree que «a esos no los pillan tan fácilmente», ya que «son listos y pensativos, como los de La naranja mecánica» , en referencia a la película de Stanley Kubrick.

Los investigadores creen que el autor (o autores) del doble crimen no eligió este fin de semana por casualidad: uno de los hijos de la pareja es militar y el otro es guardia civil. El 12 de octubre se celebra tanto la Fiesta Nacional como la patrona del Cuerpo. Esta circunstancia tampoco ha pasado por alto para los vecinos: «Sabía que iban a estar solos», comentan.

«Espero que no sea él, no quiero ni pensarlo», llegó a decir uno de los hijos del matrimonio asesinado, en referencia a la supuesta implicación de su hermano desaparecido en los hechos.

El crimen de Mª Trinidad y Pedro coincide con una oleada de robos, algunos especialmente violentos, en la localidad de Sangonera, explican vecinos y confirman desde las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado.

El día del Pilar, sin ir más lejos, unos individuos irrumpían, pistola en mano, en una cafetería de la localidad murciana con intención de robar. Varios clientes que se encontraban tomando una cerveza en la barra de este local se llevaban un buen susto y hasta llegaban a levantar las manos, para indicar a los ladrones que no les disparasen. Al final, nadie resultó herido.

Ahora los investigadores visionan las cámaras de seguridad de este establecimiento con el fin de localizar y detener a estos sospechosos, y tratar de esclarecer si guardan algún tipo de relación con el doble crimen.