Las tasas e impuestos municipales del Ayuntamiento de Murcia no gravarán el bolsillo de los murcianos el próximo año por encima de lo que han venido pagando en el actual ejercicio. El Consistorio ha decidido que las tasas e impuestos municipales no subirán en 2020 y se mantendrán congelados por séptimo año consecutivo.

Esta decisión se debatirá y aprobará hoy viernes en la reunión semanal de la Junta de Gobierno, a la que está previsto que vayan las Ordenanzas Fiscales del Consistorio de 2020 y que serán defendidas por el concejal responsable de Gestión Económica, Eduardo Martínez-Oliva.

La Administración local no prevé un incremento de tasas e impuestos el próximo año, aunque en algunos de ellos (no en todos) se actualizará el IPC, tal y como ha podido conocer LA OPINIÓN de fuentes municipales.

Será en la rueda de prensa posterior a la Junta de Gobierno cuando los responsables municipales den a conocer qué impuestos o tasas actualizarán el IPC y en cuáles el Índice de Precios al Consumo será repercutido. No obstante, la ordenanza fiscal deberá pasar por el Pleno.

En las anteriores ordenanzas fiscales, las correspondientes a 2019, el Ayuntamiento también mantuvo congeladas tasas, impuestos y precios públicos para los vecinos de Murcia, por lo que la única variación fue la del IBI (Impuesto de Bienes Inmuebles) debido a la actualización del valor del suelo del municipio que realizó el Catastro, dependiente del Ministerio de Hacienda.

Esta modificación del valor del suelo, utilizado para calcular el IBI, no se había actualizado desde el año 2001 en Murcia, cuando el Catastro contempla que el valor del suelo se debe revisar cada cinco años.

La ordenanza fiscal suele ser uno de los proyectos más importantes de los consistorios, junto a los Presupuestos, ya que marca la línea que seguirá el Gobierno local durante ese ejercicio y hacia dónde enfocará sus políticas. Entre los impuestos que no se tocarán en 2019 se encuentran el de actividades económicas (IAE), el impuesto de Construcciones y Obras (ICIO) y el de vehículos de tracción mecánica, más conocido como el sello del coche.