El trabajo de campo para hacer un inventario sobre los elementos singulares de la huerta de Murcia ya ha arrancado de la mano de los especialistas de la empresa Patrimonio Inteligente SL, quienes ayer presentaron al concejal de Desarrollo Sostenible y Huerta, Antonio Navarro Corchón, y al subdirector de Urbanismo, Jesús López, la planificación de todas las acciones que se van a llevar a cabo durante los próximos meses.

El objetivo de este 'Catálogo de elementos singulares del patrimonio de la huerta y el campo de Murcia' es precisamente el contar con un inventario en el que estén recogidos todos aquellos elementos que tengan un interés y que necesiten ser conservados, como puede ser la propia red de riego tradicional, las habituales casas torre que hay en muchas pedanías o las chimeneas y aljibes que aún se mantienen en pie y que son testimonio real de la historia reciente de Murcia.

Para que el trabajo sea lo más completo posible, la Concejalía de Huerta ha decidido enviar un aviso a todos los pedáneos con el objetivo de comunicarles el proyecto que acaba de arrancar y que así éstos puedan hacer sus aportaciones, «ya que son los que mejor conocen el entorno de la huerta», indica el edil. Pero las aportaciones no sólo se quedarán en aquellas ideas que puedan llegar desde las juntas municipales sino que también se ha puesto en marcha un buzón de sugerencias en el enlace http://huertademurcia.murcia.es/huertamurcia/catalogo-elementos/ para que cualquier ciudadano o asociación proponga elementos que consideran que deberían protegerse.

Las propuestas pasarán un cribado, ya que todo no se puede incluir, y de ello se encargarán los arqueólogos, arquitectos y ambientólogos de la empresa a la que se le ha adjudicado el proyecto, supervisados por la arqueóloga municipal, Carmen Martínez, el arquitecto del Servicio de Huerta José Carlos Ruiz y por Jesús López.

Ruiz destaca que para agilizar este trabajo los dos grupos estarán conectados mediante una web interactiva «en la que podremos ver el trabajo que se va haciendo y supervisar estas labores».

El catálogo actual, que data de 2001, incluye las construcciones que presentan un interés histórico, artístico o arqueológico, pero no otros bienes susceptibles de conservación por su carácter etnográfico o por su valor medioambiental o simplemente por tratarse de elementos costumbristas de la vida tradicional del ámbito no urbano.