El traslado de la Agencia Tributaria estatal a su nueva sede en la zona norte de la ciudad de Murcia tardará más de lo previsto. Aunque el Ministerio de Hacienda esperaba que el inmueble situado entre las avenidas Juan Carlos I y Juan de Borbón estuviera acabado en agosto, fuentes del departamento de María Jesús Montero han explicado que todavía se están ultimando las acometidas de las líneas eléctricas y de las dotaciones necesarias para que los servicios tributarios puedan empezar a funcionar.

En el nuevo edificio, que se ha levantado en la calle Violonchelista Miguel Ángel Clares y tiene 19.000 metros cuadrados de superficie, trabajarán 421 funcionarios que en este momento están repartidos entre la Gran Vía, Acisclo Díaz y Santa María de Gracia. La mudanza se realizará de forma sucesiva, pero ininterrumpida y se prevé que esté acabada para final de año.

Hacienda había previsto que el traslado de los departamentos de la Administración Tributaria que se van a centralizar en el nuevo inmueble pudiera realizarse preferentemente en agosto, por ser el mes en el que menos funcionarios están presentes y menos público accede a las oficinas, lo que habría permitido abrirlo al público en septiembre.

Aunque no descartaba que llegara a producirse algún retraso en el traslado «por algún motivo sobrevenido», la dotación de las líneas de suministro que requiere el inmueble ha obligado a demorar la mudanza, que se realizará «de forma sucesiva, pero ininterrumpida», con el propósito de que esté totalmente acabada para final de año.

«En todo caso, el traslado se realizará de forma que en ningún momento se produzca desatención alguna a los contribuyentes, que siempre van a encontrar una sede abierta en la que se les atienda», según informó la Agencia Tributaria el pasado mes de marzo, cuando las obras entraban en la recta final y preveía que el inmueble podía ser ocupado en agosto.

En las nuevas dependencias se concentrarán 421 funcionarios que en este momento están repartidos en distintas dependencias de Murcia. De ellos, 173 proceden de la sede de Hacienda de la Gran Vía, en la que están Gestión, Informática y Recursos Humanos, Servicios Jurídico de las tres sedes y Administración de Murcia Urbana.

También se trasladarán los 107 funcionarios de la Inspección, que actualmente ocupan un inmueble en la calle Acisclo Díaz, junto a la sede de la Croem; al igual que los 141 de Recaudación y Aduanas e Impuestos Especiales, que trabajan en la calle Salvador de Madariaga, en Santa María de Gracia.

Con la concentración de toda la plantilla en el nuevo edificio de la zona norte, se centralizan también los servicios de atención al público de la Administración tributaria.

La Agencia Tributaria considera que la centralización de todos estos departamentos en un nuevo inmueble supondrá «una mejora en las condiciones de trabajo de los funcionarios y en el servicio a los contribuyentes, que en estos momentos están siendo atendidos en tres sedes distintas».

Sostiene que los ciudadanos «saldrán ganando con la unificación de todos los servicios en un solo edificio, dado que habrá más espacio para la atención al público y para las campañas de renta».

Inicialmente el Ministerio de Hacienda destinó a la Agencia Tributaria la Cárcel Vieja, pero finalmente acordó una permuta con el Ayuntamiento de Murcia para que se pudiera conservar el edificio de la antigua Prisión Provincial. El nuevo inmueble, que dispone de 19.000 metros cuadrados construidos sobre dos parcelas que suman 8.370.

El proyecto de construcción del nuevo edificio se adjudicó en 14,3 millones de euros. Las dependencias que dejará libres la Agencia Tributaria en los edificios que ocupa actualmente en Murcia serán destinadas a otros servicios de la Administración del Estado.

En el edificio de la Gran Vía se van a incorporar otros organismos dependientes de la Delegación de Hacienda, como la Gerencia Regional del Catastro y el Tribunal Económico Administrativo. La sede de Santa María de Gracia está alquilada, por lo que se dará por rescindido el contrato una vez desalojada.