De la cárcel al Virgen de la Arrixaca. La titular del Juzgado de Instrucción Nº Cinco ordenaba el domingo el ingreso en prisión provisional de los tres detenidos acusados de golpear y violar a una mujer en Murcia. Y al día siguiente, entre rejas, recibían una brutal paliza por parte de compañeros de penal, indican fuentes cercanas al caso.

Ocurría en el penal de Sangonera, donde suelen ingresar quienes están en prisión preventiva. Al mediodía del lunes, en la subida a las celdas cuando los internos volvían del patio. En un espacio sin cámaras. Muchos presos, "en un remolino", dicen los testigos, acorralaron a los presuntos violadores y empezaron a golpearlos. Los funcionarios calmaron la pelea. Dos de los sujetos estaban malheridos y fueron llevados al hospital.

Desde Instituciones Penitenciarias apuntaron que no se puede establecer quiénes son los agresores. Uno de los presuntos violadores sangraba por la nariz. El otro presentaba un corte en una de las sienes. Fueron llevados primero a enfermería y el médico decidió mandarlos al hospital. Uno de los internos, el del corte, acabó con cuatro grapas en la cabeza.

Ya están de nuevo en la prisión, tras ser curados. Ahora pasan a un régimen especial en el que tienen la categoría de 'refugiados'. Les han cambiado de módulo y están "especialmente protegidos" de los ataques de otros internos.

La Policía Nacional arrestaba el sábado a tres hombres acusados de agredir sexualmente y golpear a una mujer en Murcia. Era un viandante el que daba la voz de alarma, al ver a la víctima sola y ensangrentada en la calle. Concretamente, en Cánovas del Castillo, una céntrica vía muy cercana a la Jefatura de Policía.

La chica, de 41 años, presentaba hematomas y tenía sangre en el rostro. Estaba consciente. Según su relato, la habían agredido sexualmente. Habían sido tres hombres los que la retuvieron, y dos los que la penetraron, y el ataque había tenido lugar en la zona de Santa Rita, una zona de Murcia tristemente conocida por el consumo y venta de estupefacientes en sus viviendas. La chica pudo huir cuando sus agresores empezaron a beber cerveza.

Hasta el lugar se movilizó una unidad médica de emergencia (UME), cuyos sanitarios atendieron a la joven in situ para luego trasladarla en la ambulancia a un hospital, para ser sometida a un reconocimiento más a fondo. La trasladaron al Reina Sofía.

El examen del médico forense confirmba la agresión sexual.

Según la descripción que ofreció la víctima de sus atacantes, se trataba de tres hombres negros. La Policía Nacional tardó pocas horas en dar con los sospechosos y procedió a su arresto. Y es que los sujetos se encontraban en el mismo sitio en el que se produjo la agresión: el bloque de la calle Santa Rita. El lugar en el que reside al menos uno de los presuntos violadores, y donde los agentes los encontraron a los tres.

Ahora ha de ser el Juzgado de Guardia el que decida su destino. La Policía puede tener a estos individuos hasta 72 horas en los calabozos, mientras se completan las diligencias.

Además de a los cuarto presuntos violadores, la Policía arrestó en Santa Rita a una mujer que, supuestamente, vio la agresión y no hizo nada por socorrer a la víctima. Esta mujer estaría imputada por omisión de socorro, confirma el Cuerpo.

No es la primera vez que aparece una manada así en Murcia. El año pasado, una mujer denunció que tres sujetos la habían violado en un paraje de Beniaján. Los individuos, todos españoles, fueron arrestados, aunque el juez decidió dejarlos en libertad con cargos. Solo a uno lo metieron en la cárcel, pero por otro delito que tenía pendiente. Ellos alegaron que la mujer era prostituta.